miércoles, 30 de noviembre de 2011

JOSÉ VICENTE RANGEL REPUDIÓ LA BANDERA EXTRANJERA.

JOSÉ VICENTE RANGEL REPUDIÓ LA BANDERA EXTRANJERA.
Edgard J. González.-


Me consta que José Vicente entró en cólera apenas la vio izada, y le dedicó varios minutos de su intervención con altoparlantes frente a una muchedumbre, a cuestionar que en territorio venezolano y junto a nuestra gloriosa bandera nacional, se hubieran atrevido a izar la de otro país. Argumentaba que era una afrenta inaceptable y que los venezolanos no deberían permitirlo. Yo me encontraba a escasos metros, realizaba José Vicente una visita política a mi centro de trabajo, y fui testigo cercano de su rechazo a esa “otra” bandera. Encolerizado, calificó de grave y bochornoso lo sucedido. Él era candidato a la presidencia, corría el año 1973, y coincidió su visita al viejo edificio del Pedagógico de Barquisimeto, diagonal al Hospital AMP, con la Inauguración de la tienda SEARS en el cercano Centro Comercial ARCA, donde cometieron el horrendo crimen de izar la bandera de los EEUU, país del cual provenía la empresa que vendía electrodomésticos, muebles, ropa y adornos. Escuchamos de su boca las consabidas consignas antiimperialistas, como si se tratara de la instalación de una Base Militar gringa, y estuviéramos siendo invadidos, en lugar del resultado de la tímida política de diversificación económica, que intentaba atraer capitales e inversionistas, para reducir nuestra dependencia de las exportaciones petroleras, reducir las importaciones, aumentar el Empleo y, gradualmente, la prosperidad del país.

Ese mismo personaje nada tiene que objetar al izamiento de la bandera cubana en el Fuerte Paramacay, símbolo de una omnipresencia en oficinas civiles e instalaciones militares, que se hace cargo de muchos asuntos inherentes a la Soberanía venezolana, incluyendo todo lo concerniente a la Identificación (Cédulas y Pasaportes), Notariado y Registro de todo tipo de Documentación, actividades castrenses y policiales. Se rasgaban las vestiduras por una Oficina en Fuerte Tiuna asignada a una Misión Militar de EEUU, la paja en el ojo ajeno, pero ni se inmutan ante la presencia de docenas de miles de cubanos, civiles y militares, a lo largo y ancho del territorio nacional, con funciones decisivas en asuntos que debieran ser de la exclusiva incumbencia de venezolanos, la viga en el ojo propio. Ese excesivo y muy selectivo celo patriotero, esa Doble Moral la practican todos los talibanes rojos, ese clan jurásico que permanece anclado en los años sesenta, mantiene intacta su visión mitológica de Fidel Castro, inalterados los dogmas que alimentaron las décadas de Guerra Fría, y a pesar de los profundos cambios ocurridos en las maquetas que su anacrónica ideología construyó en torno a la URSS, China, Vietnám, Corea del Norte y Cuba, ellos no han superado la etapa de Negación de la Realidad que les fue adversa, y se conducen como si las propuestas guerrilleras y terroristas no hubieran sido derrotadas, como si las aberraciones estalinistas y maoístas no hubieran colapsado, y los viejos esquemas de dominación no estuvieran en crisis y dando paso a nuevos esquemas, que contemplan más Democracia y mejor Capitalismo. El vuelco socio-económico ocurrido en los países que antes conformaron la URSS y su área de influencia, la China de Mao, y el Vietnám de Ho Chi Min, evidencian la inviabilidad del sistema Comunista. El reciente desplome de los regímenes autoritarios y longevos en Túnez, Egipto y Libia, en plena efervescencia protestataria en Yemen y Siria, con ciertos amagues de rebeldía en Arabia Saudita, Irán y Marruecos, indican que perdieron vigencia los despotismos y las pretensiones de revivir los obsoletos caudillismos, tan propios de siglos pasados. Estamos en plena Globalización, marcada por la participación colectiva real, no de teoría demagógica, a través del ingenioso uso de los modernos mecanismos de comunicación que convierten a todo usuario de un celular, una laptop, un ipod, un iphone, en reportero de los sucesos que protagoniza, y que cambian al planeta, de maneras que ni siquiera se imaginaban apenas 50 años atrás.

La Anorexia Ideológica aliena de tal forma a sus víctimas, que juran ver la crisis definitiva del Capitalismo mundial en cada falla puntual que se produce e invariablemente es superada. Pero a la vez, son incapaces de reconocer la Crisis definitiva que sufrieron sus propuestas estatistas, de partido y pensamiento únicos, en todas las versiones que esos experimentos adoptaron (soviético-estalinista, chino-maoísta, camboyano-polpotista, coreano-kimilsunista, y el parásito caribeño que se hunde a sólo 90 millas de los EEUU y espera que el imperio les lance un salvavidas, a mayor escala del que ya representan las remesas en dólares que reciben de sus familiares en el exterior, los cubanos que a duras penas sobreviven con salarios mensuales de 12 dólares, el siseo de mercancías en las empresas del Estado -que son casi todas- y la vergonzosa praxis de la Jinetería). De la isla que vio reducir su producción de azúcar a los niveles de un siglo atrás, nos llegan los técnicos que van a gerenciar nuestras Haciendas y Centrales azucareros. De la isla en que se produjo una epidemia de misteriosa ceguera, que afectó a miles, (cuya causa no pudo ser descubierta por sus “científicos” y debió ir a Cuba una delegación médica de la UCV para determinar que los daños en la visión derivaban de la desnutrición crónica), vienen los expertos en producción y distribución de alimentos para encargarse de las fincas que su agente expropia, y del acopio, transporte y venta de los productos (300.000 toneladas de alimentos ya se pudrieron bajo administración socialista) y los “médicos” que enfrentarán los retos de las enfermedades de los venezolanos, sin haber siquiera revalidado sus presuntos títulos, para demostrar que son tan capaces como los egresados de nuestras prestigiosas universidades tradicionales. De la isla de la que han tratado de escapar cientos de miles (la mayoría en improvisadas balsas, siempre hacia la Florida, jamás se ha visto a personas desesperadas que naveguen en sentido contrario), y encarcela a todos los que no repiten las consignas y las conductas que la fósil Nomenklatura autoriza y exige, llegan los especialistas en Represión que van a manejar toda la Data, muy probablemente basada en el espíritu excluyente de la Lista Tascón. De la isla que considera normales los períodos sin electricidad, y extraordinarios aquellos cuando la reciben, vienen los técnicos que van a diseñar y coordinar los mecanismos para reducir los apagones. Con dinero de todos los venezolanos colocaron un Cable Submarino entre nuestro país y la isla cárcel, y se construyó y mantiene funcionando en Cuba la UCI (Universidad de Ciencias Informáticas), ambos elementos sirven al propósito de controlar y adulterar los resultados electorales, que ya no le son favorables al régimen títere chavista, el mayor sostén de la dictadura castrista en la actualidad. De allá vinieron demasiados cubanos, con sus banderas, sus fracasos, sus falsos logros, sus miserias, sus consignas y mitos, sus órdenes, sus intenciones bastardas, y no causan rechazo en ningún chavista. Tampoco Gadaffi y su círculo de allegados vieron los indicios de lo que los iba a arrollar. Pésimos ingredientes son el Narcisismo, la Megalomanía, el Dogmatismo y la Prepotencia.

LA ENCUESTA MÁS CONFIABLE.

LA ENCUESTA MÁS CONFIABLE.
Edgard J. González.-


Una encuesta es un producto, emanado de una empresa que cobra por prestar ese Servicio, procurando un Margen de Ganancia y la Satisfacción del Cliente, para mantener la posibilidad de que contrate una encuesta subsiguiente. El Lucro y la Complacencia son dos elementos que contaminan los resultados, que proviniendo de fuentes estadísticas, es decir de partes de un Universo supuestamente escogidas al azar, como una mínima proporción que va a representar al total del cual forma parte, son fácilmente manipulables, pues no hay forma de conocer a los individuos que fueron encuestados ni de constatar que las respuestas ocurrieron en la manera y cantidad en que son finalmente presentadas. Las Encuestas presentan dos características evidentes, que nos llevan a desconfiar de ellas; 1. Resultan favorables al contratante 2. Fallan considerablemente en sus diagnósticos o vaticinios. Que con frecuencia sean complacientes con quien las contrata, nos lleva a considerar la opción de que al elaborar, aplicar y analizar el Cuestionario y las Respuestas que obtiene, ya de antemano esas tres acciones llevan el propósito de lograr determinados resultados, que sean favorables al Cliente. La Redacción de las preguntas, el Orden en que son presentadas, los conglomerados en los cuales son aplicadas y su interpretación posterior, pueden conducir a resultados previamente concebidos, que pueden ser parcial o totalmente contrarios a la Realidad, dependiendo de la falta de Ética de ambos, Contratante y Contratado, su falta de escrúpulos para estafar a la Opinión Pública.

Las bases primordiales de una Encuesta son los individuos que presuntamente fueron consultados, en lenguaje aparentemente muy técnico y apoyado en gráficos nos presentan el número y la ubicación de los encuestados, asegurando que la herramienta cumple todos los requisitos para garantizar objetividad, rigor científico, lo que apuntala su carácter de método infalible para conocer las Opiniones y Tendencias de una Población, en base a las respuestas de una porción porcentualmente estimada como suficiente (y como para que no queden dudas, establecen hasta un margen de error del 0,2 % por arriba y por debajo de sus resultados, lo que, sumado a los datos de sexo, edades, y ubicación de los participantes, refuerza su imagen de instrumento de medición incuestionable).

La invisibilidad de los encuestados, su anonimato absoluto dentro de la bruma estadística, hace imposible que las personas comunes y corrientes tengan opciones para corroborar que verdaderamente existen, que participaron en esa Encuesta y que la misma refleja fielmente lo que ellos respondieron. La buena fe de la mayoría les da credibilidad, partiendo del supuesto -no negado en principio genérico- de que se trata de empresas serias, incapaces de inventar o adulterar la Encuesta misma o sus resultados. Hasta que los mismos chocan con la percepción individual de cada quien, produciendo un contraste tan grande, que hace incompatibles la visión que uno tiene de la realidad circundante con la visión que nos presenta esta “realidad surgida de un muestreo” realizado en el tiempo y en el espacio en que todos vivimos.

Si, por ejemplo, se realiza un Concierto en el Poliedro, y al día siguiente una reseña periodística señala que “hubo un lleno total en aquel recinto, y fueron satisfechas todas las expectativas del público a partir de impecables interpretaciones de los músicos invitados”, la absoluta mayoría de los que reciban esta información supondrán que es objetiva y refleja lo ocurrido en ese evento. Los que no asistieron al mismo, dependen de su buena fe en el medio y en el responsable de la noticia. Pero si el evento no tuvo esas características, y por el contrario hubo muy poco público y mucha insatisfacción pues la calidad del Concierto fue pésima, los únicos que sentirán el contraste entre la información adulterada y la realidad son los que estuvieron allí presentes; Público, artistas, técnicos, empresario, empleados del Poliedro y Personal de Seguridad. Quedará en evidencia que se engaña a la Población total, a fin de no perjudicar la trayectoria de los artistas y el negocio a futuro del empresario a cargo, en la suposición de que los pocos que saben la verdad de lo sucedido no van a desmentir a quienes produjeron esa adulteración por conveniencia propia.

Pero en el ejemplo anterior, existe la posibilidad, remota pero cierta, de que sea revelada la Verdad, si uno o varios de los asistentes al acto se proponen revertir la estafa y exigen al medio y al responsable de la información falseada, que se retracte y, por respeto a la Sociedad, haga saber la verdad absoluta. Pero en una Encuesta, salvo los que la hacen, no existen las personas de carne y hueso que pudieran ser testigos y dar constancia de que el evento ocurrió, y de que ocurrió de la forma en que nos lo describen, con la cantidad de encuestados señalados, en los espacios y fechas que se indican, con las respuestas que presuntamente obtuvieron, y que las mismas fueron interpretadas como corresponde. Yo tengo 65 años y JAMÁS he sido encuestado ni he visto realizar una Encuesta. Cada lector, algún familiar o amigo suyo, puede decir si ha participado alguna vez, siendo tantas las Encuestas que supuestamente han ocurrido y ocurren en Venezuela.

En cambio, todos hemos sido víctimas, o conocemos más de un caso, de quien ha sufrido un atraco, un secuestro, una violación, un asesinato, una golpiza, un abuso de autoridad, incompetencia y retardo en la tramitación de algún documento, denegación de Justicia, rechazo para un cargo por aplicación de la Lista Tascón (aunque se esté capacitado y se llenen los requisitos), extorsión o chantaje a partir de delincuentes o funcionarios, y todas las variantes que la Corrupción adopta, en este país donde más pesan las arbitrariedades y el tráfico de influencias, que las leyes y normativas vigentes. Igualmente conocemos de los aumentos de precios, las dificultades para conseguir determinados productos, cambios en la calidad y cantidad de algunos, somos los protagonistas del llamado Costo de la Vida. De modo que ninguna Encuesta puede venir a presentarnos una Realidad diferente de la que experimentamos a diario en carne y en sufrimiento propios, por mucho que la reproduzcan por prensa escrita, Radio y TV, así sea en Cadena. Las Encuestas derivan de porcentajes virtuales, nosotros somos la Realidad.

Cuando una empresa, a partir de una supuesta encuesta, afirma que no ocurre lo que nosotros percibimos cotidianamente, o que más del 50 % de los encuestados, que son la representación de la totalidad de la población, respalda la destructiva gestión de gobierno que ha hecho posible que la Inflación se mantenga sobre el 30 % anual (muy probablemente la mayor del planeta), la Inseguridad produzca sobre 19.000 asesinados cada año (75 por cada 100.000, también la máxima mundial), miles de empresas pequeñas y medianas tuvieran que cerrar o hayan sido arbitrariamente expropiadas, lo que necesariamente genera desempleo y ruina, que las empresas administradas por el Estado hayan visto reducir su producción, productividad y eficiencia, que el 70 % del consumo alimentario se satisface con Importaciones (de rubros que antes producíamos) y simultáneamente se dejan podrir los alimentos por cientos de miles de toneladas , que no sea capaz el sector público de construir en trece años las viviendas que en cinco años hacía cualquier gobierno anterior y que, en paralelo a todo lo anterior, se despilfarren miles de millones de dólares en Corrupción, compras de armamentos, y regalos a regímenes no democráticos, del Clan de déspotas corruptos e incapaces cuyo primordial objetivo es estrictamente personal: Mantenerse en el poder hasta la muerte, de ser posible estableciendo los mecanismos que garanticen que ellos puedan designar a sus sucesores vitalicios. Cuando las Encuestas deforman la Realidad que vivimos, sentimos y sufrimos, sabemos que mienten, sabemos que adulteran la Verdad, buscando en vano colocar su Espejismo sobre nuestras convicciones y certezas.

CÁRCELES, CORRUPCIÓN, INCAPACIDAD Y ABSCESOS.

CÁRCELES, CORRUPCIÓN, INCAPACIDAD Y ABSCESOS.
Edgard J. González.-


Hay CRISIS en cada uno de los más graves problemas que debía enfrentar y resolver este régimen militar cursi, patriotero, anacrónico y entreguista. La Crisis Económica se manifiesta en la inflación promedio del 30 % anual (de 0 a 5 en el resto del mundo), creciente Desempleo, ataques constantes a las Empresas, Iniciativas y Propiedades Privadas, el país es totalmente dependiente de las exportaciones petroleras y de las importaciones alimentarias. La Crisis Eléctrica se evidencia en los constantes apagones y las cínicas respuestas del oficialismo, intentando culpar a los usuarios que utilizan la cantidad de energía eléctrica que corresponde al consumo normal de un hogar o empresa, por la cual pagan mensualmente. No reconoce el gobierno la falta de mantenimiento e inversiones para ir al ritmo de la demanda eléctrica del país (que no puede ser la misma del 98), tampoco la enorme sangría protagonizada por los cientos de miles que se roban la luz (para compensarlo, le suben las facturas a los que sí pagan, y para colmo amenazan con “multarlos” por mantener su consumo normal, sin tocar a los que se guindan directo de los postes, votos amarrados). La Crisis de Vivienda ha sido acentuada por el aumento en las lluvias del país, y derivado de ello el incremento en las inundaciones y los derrumbes. Consecuencialmente, las cifras de damnificados también se multiplican, y los más desposeídos chocan contra la imprevisión e improvisación del combo de ineptos que encabeza el golpista del 92, marioneta de los Castro.

Como es absolutamente imposible hacer Demagogia con la Economía, cuando simultáneamente se sostienen los dogmas comunistas que, como en la naturaleza del escorpión, los llevan a agredir cualquier forma de propiedad particular, a fin de someter y dominar a la sociedad desde el Monopolio total del Estado, ni se pueden superar con discursos y amenazas, las graves insuficiencias que doce años y medio de negligencia han volcado sobre el Sistema de Generación Nacional, decidieron poner todas sus fichas proselitistas en la promesa de construir en menos de dos años lo que no hicieron en doce años, (con más ingresos y más posibilidades de obtener la colaboración de los que saben y pueden hacer viviendas, los constructores, a quienes les escondieron las cabillas y el cemento, les complicaron los trámites burocráticos, y por último los expropiaron, en otro remake de la eterna excusa roja, los culpables tienen que ser otros, nunca los que gobiernan). Esta farsa electorera se les está cayendo por su propio peso, y la “Misión Vivienda” comprometida a construir nada menos que DOS MILLONES DE CASAS, no va más allá del salsoso jingle propagandístico, las maquetas y los papelitos, que son un Vale al Portador, para que les sea entregada una Vivienda poco después de que la rana eche pelos y se haya hecho crinejas.

Hete aquí que, sin resolver ninguno de los primordiales problemas, en medio de protestas numerosas (2500 el año pasado, igual número en lo que va del 2011), con la popularidad en caída libre, al caudillo le revientan dos abscesos, el de su salud y el del Sistema Penitenciario. El del cuerpo le reventó por la cadera, el de las cárceles por la de El Rodeo (aunque en ambos casos la procesión va por dentro y la sintomatología involucra muchas más partes). El pus que tiene adentro se lo fue a sacar en Cuba, el que está regado por todo el organismo del país, gracias a su inepta gestión, no lo puede trasladar a ninguna parte y, como una cadena de volcanes, va a hacer erupción en diferentes lugares, y con variadas intensidades. Y si continúan aplicando las recetas dogmáticas la situación general va a colapsar, dejándonos sin electricidad, sin producción, sin viviendas, sin alimentos, (y como pique y se extienda el “absceso”, que el secretismo oficial nos ofrece como única píldora informativa, también estaremos sin caudillo, lo cual agrega otro problema imposible de solucionar, al montón que jamás van a poder resolver los revolucionarios de pacotilla que, en lugar de actualizarse en Historia Contemporánea y reconocer lo ocurrido en la URSS, China, Vietnám, se fueron de bruces a montar acá una sucursal de la dictadura castro-estalinista, y van por la misma vía hacia el mismo fracaso).

Las cárceles, en Teoría, son infraestructuras en las cuales la Sociedad mantiene a los individuos que han delinquido, luego de haber sido detenidos, juzgados y condenados, dentro de perímetros que garanticen su aislamiento, impidan su fuga, y procuren simultáneamente Castigo, por las faltas que cometieron, y Educación, para su idónea Reinserción en la Sociedad, cumplida la Pena que el Sistema legal les impuso. En Venezuela, y muy especialmente desde que los militares de filiación marxistoide asumieron el control del país, algunos presos controlan los presidios, dentro de ellos disfrutan de un conjunto de privilegios (piscina, mesa de Billar, pernocta de familias enteras) que convierten a su vida tras las rejas en algo mucho mejor que la azarosa existencia que llevaban afuera, donde debían esconderse de las autoridades que –supuestamente- los buscaban para presentarlos a tribunales con las suficientes pruebas, que condujeran a su condena legal y aceptable. Hemos visto asombrados, por imágenes de TV, grandes paquetes de drogas (marihuana, cocaína), armas de todo calibre (revólveres, pistolas, fusiles, ametralladoras, cacerinas, municiones, granadas), y es vox populi que desde las cárceles y mediante la permanente utilización de computadoras, servicio de Internet y telefonía celular, se organizan y se llevan a cabo crímenes de toda índole, extorsión, secuestros, atracos, asesinatos por sicariato. Las 34 cárceles que hay en Venezuela albergan 44.520 reclusos, ninguno de estos 34 penales está administrado por la MUD ni por el Imperio estadounidense, de modo que no se puede responsabilizar por lo que en ellas ocurra, ni a William Ojeda ni a Barack Obama. Tenemos entendido que dependen de organismos y personas que forman parte del régimen chavista, esos que llevan 12 años afirmando que “la Revolución Bolivariana realiza la humanización de las cárceles”, humanización que ha producido 1.762 muertos y 3.479 heridos sólo en los pasados 4 años, y la muy anómala situación de que los reclusos más peligrosos tengan un arsenal a su libre disposición y puedan girar instrucciones que faciliten o impidan los traslados a tribunales, así como en Uribana organizan sangrientos “Coliseos” enfrentando entre sí a los presos, que caprichosamente decidan los jefes o “Pranes”.

Es obvio que los establecimientos penitenciarios en Venezuela no cumplen sus funciones esenciales, Castigar a los delincuentes y a la vez procurar conducirlos hacia la Reinserción en la Sociedad a la cual regresarán, cumplidas sus sentencias. Quien disfruta de armas, drogas, piscina, pernocta de familiares o prostitutas, celular, internet, laptops, no está siendo castigado. Quien, haciendo uso de las redes sociales en Internet, se dedica a investigar para elaborar su Lista de Secuestrables, Extorsionables, o dirige desde adentro una banda que afuera asesina, roba, secuestra, de ninguna manera está siendo conducido a su Reinserción positiva, sino que se mantiene dentro de la cárcel cometiendo los mismos o peores crímenes, que aquellos por los que fuera detenido por la Policía, y condenado por los tribunales. Los Derechos de las víctimas, que fueron violados cuando se cometieron los delitos, siguen siendo violentados por un Sistema Penitenciario en el que los victimarios ejercen el control, agravado por el hecho de que quienes tienen a cargo esos penales, se enriquecen ilícitamente facilitando o practicando negociaciones que hacen ingresar las armas, las drogas, y todo lo que sirve para crear un mundo privilegiado que injustificadamente beneficia a los criminales, mientras que sus víctimas yacen en los cementerios, sufren las secuelas de la agresión que posiblemente los dejó heridos y despojados de buena parte del fruto de los esfuerzos que las personas decentes y civilizadas hacen cada día, para tener un hogar, y darle alimentación, ropa, transporte y modos de superarse a sus hijos.

El chavismo es gobierno desde el 2 de febrero de 1999, van doce años y casi 5 meses, de modo que ya no pueden seguir echando las culpas a los gobiernos de AD y COPEI, inclusive Chávez ya es el gobierno anterior, y su discurso repetitivo a estas alturas ya cansa hasta a los rojos rojitos, que esperaban verle el queso a esta tostada, y reciben las mismas justificaciones, las mismas excusas, en similares cadenas, ya no ven ni la tostada, y para colmo ahora les transmiten una súper novela desde La Habana, el Refugio del Damnificado mayor, Mitómano resentido a quien cada promesa incumplida se le convirtió en una gota de pus. No hay mal que dure cien años….Hitler duró doce.

CHÁVEZ EN EPISODIOS DE DOCTOR HOUSE.

CHÁVEZ EN EPISODIOS DE DOCTOR HOUSE.
Edgard J. González.-


La televisión está siempre a la caza de nuevas modalidades para enfrentar el tedio que la repetición necesariamente causa en las audiencias. Del blanco y negro pasamos al color, de las tomas sencillas a partir de dos o tres cámaras, a la simultaneidad de muchas cámaras, incluyendo tomas aéreas, intercaladas con acercamientos que muestran hasta las marcas del acné en las caras de los protagonistas. De las transmisiones en vivo y directo, pasamos a los programas grabados y editados, del sonido monofónico saltamos al estereofónico, y ya llegan las imágenes en tres dimensiones, que en algunos equipos ni siquiera requerirán del uso de lentes especiales.

Los temas también varían, hay programas de entretenimiento, telenovelas que son marca registrada de Latinoamérica, documentales sobre la Naturaleza y la Cultura, y Series que abarcan desde cotidianidades hogareñas hasta aventuras en el espacio interestelar, policiales, de vampiros, grupos de solteros o casados en formato de drama o de comedia. Pero nos limitaremos al mundo de la Medicina visto desde la perspectiva de los productores de Hollywood, para representar la evolución en cada submundo televisado, a fin de sorprender a los televidentes y garantizar que se queden enganchados, ofreciéndoles cambios que refresquen las tramas y logren en el público el espejismo de que están frente a algo novedoso, distinto a lo anterior, ergo interesante y digno del tiempo que va a permanecer ante el receptor de imagen y sonido, ante la carnada de una serie que le da al tema un enfoque absolutamente diferente a todos los conocidos previamente.

Los dramas asociados a la salud comenzaron en la TV con los famosos doctores Kildare y Ben Casey , series que giraban en torno a la figura carismática y bonachona de estos galenos, más bien representantes de la praxis médica familiar, pues en general los pacientes pertenecían a un grupo social restringido geográficamente, y todos terminaban conociendo y agradeciendo por su eficaz tratamiento curativo, al galán en bata blanca con el estetoscopio al cuello.

La modernización en los enfoques trajo consigo modelos mucho más complicados, desde grandes hospitales surgían los melodramas que secuestraban nuestra atención con cortas escenas en contínuas ráfagas, muchos protagonistas y pacientes simultáneamente, todo convergiendo en múltiples finales, donde por igual se salvaban unos cuantos pero también le declaraban la hora de la muerte a otra porción, como para reflejar lo que sucede en la vida real (aunque los métodos, la parafernalia de equipos y la pulcritud de los ambientes hospitalarios no fuese para nada semejante a la que estamos acostumbrados a encontrar en los países tercermundistas). La serie más popular y representativa de esta etapa fue ER (Emergency Room), a partir de allí tuvieron que devanarse los sesos los creativos de la TV en el imperio, para ingresar a una nueva etapa, que pudiera superar el rotundo éxito obtenido por ER y en lo particular, sus protagonistas. Con Grey’s Anatomy trataron de superar ER pero apenas mostraron que la inescrupulosidad puede convertir a un grupo de médicos en una aglomeración de ratones, donde todos se acuestan con todos, sin importar ni siquiera la similitud en el género sexual. Tiene más truculencia y menos Medicina.

Aparece entonces Doctor House, que para modificar el modelo tuvo que brincar desde el tradicional esquema del paciente con una sintomatología más o menos precisa, aunque de variada peligrosidad, en torno a cuya dolencia logran ponerse de acuerdo varios médicos actuando al mismo nivel y respetándose mutuamente, para finalmente realizar el tratamiento u operación quirúrgica que restableciera la salud de los múltiples pacientes ingresados, todo dentro de los 40 minutos de un episodio regular (los restantes 20 son para la odiosa propaganda mercantilista que nos aliena, en favor de algunos productos que se necesitan en el sistema Capitalista. Como no son imprescindibles, ni siquiera útiles esos bienes, productos y servicios, en el Socialismo, esos 20 minutos se dedican en países como Cuba y Venezuela a resaltar las virtudes y cualidades de no enrrollarse con más de un pensamiento socio-político, ni simpatizar-militar en más de un partido político, para alcanzar la meta superior de conformarse con un solo tobo de agua para cada baño personal, un solo autobús para los traslados de cada conglomerado, un solo bombillo encendido en la casa, un solo canal, un único Patrón –el Estado- y un solo Líder, imprescindible e iluminado, quien nos guiará por décadas hasta llegar a la encrucijada en que abrazamos de nuevo al odiado Capitalismo, o colapsamos y nos convertimos en pueblo en extinción).

En la serie Doctor House solamente existe la parte del Hospital donde trabajan los siervos con diploma universitario de pre y postgrado bajo las muy estrictas órdenes y arbitrariedades del protagonista esencial, el mensaje subliminal es harto evidente, Democracia Cero, aquí se hace lo que a mí me dé la gana. Los pacientes ingresan sin síntomas precisos, y a lo largo de cada episodio el tirano House y sus inteligentes esclavos con bata, van jugando a las adivinanzas, llegando a diagnosticar hasta ciento veintiocho enfermedades (algunas de las cuales ni siquiera imaginamos que pudieran existir, en el más alocado de nuestros sueños) en cada paciente, hasta que cerca del final del capítulo, House tiene una Epifanía (probablemente derivada de la mezcla de las pepas que se traga a menudo, como si fueran caramelitos de menta, y los corrientazos que se generan en su rodilla, directamente dirigidos a esa sección del cerebro donde ocurren los descubrimientos más portentosos) y parte de la corriente rodillérica enciende el bombillo del diagnóstico definitivo que permite milagrosamente dar de alta al enfermo gravísimo, a quien han suministrado medicinas y hecho exámenes que serían suficientes para mantener funcionando a cualquier hospital de los nuestros (donde falta presupuesto, personal, medicamentos, equipos, pero sobran pacientes).

Como también a la serie Doctor House le llegaría el turno de hacerse predecible, como en el pasado le ocurrió a Casey, Kildare, ER, Grey’s, los productores no hallaban cómo hacerle frente a la caída del déspota Rating, pues ya las audiencias en el mundo entero se estaban aburriendo hasta de la singularidad del programa. De antemano se sabía que House, médico al fin, descubriría entre docenas de miles de potenciales candidatas, a la propia, a la enfermedad que arrinconaba al pobre paciente, y la definiría junto con el específico tratamiento curativo, para que los televidentes ya pudieran descansar de tanta angustia acumulada. El giro, les fue propuesto por un genio de la industria mediática, alguien que surgió y se ha mantenido en la cúspide de la fama gracias a un prolongadísimo rosario de transmisiones en cadena, comenzando con un “por ahora” que logró convertir un golpe militar absolutamente chimbo y criminal, en el lanzamiento de un producto rentable, La Esperanza repartida por el Caudillo. Los responsables de producir Doctor House enseguida reconocieron las cualidades del cambio que les fue propuesto, revolucionario sin lugar a dudas. La incorporación del nuevo protagonista mantenía los rasgos esenciales de la serie original, pero le añadía nuevos elementos que pulverizarían la monotonía derivada del esquema ya conocido. El programa seguía siendo fiel a su consigna antidemocrática, ni los pacientes, ni el personal del Hospital, ni los miembros del equipo élite de House, valían lo que una afirmación del inglés mudado a Los Ángeles. Pero los cambios fundamentales consistían en que a partir de ahora, ningún médico, ni siquiera House, tendría la última palabra. Lo revolucionario, que seguramente cautivaría audiencias por algunas semanas al menos, monopolizando el Rating, eran tres elementos de la nueva trama; 1. El propio paciente es quien da la cara e informa al mundo entero, 2. el Diagnóstico proviene de una persona que ni es médico ni está en condiciones mentales como para hablar coherentemente, y 3. la enfermedad en sí se mantiene en el más absoluto misterio, a objeto de que cada espectador pueda dar rienda suelta a su creatividad personalísima, y determinar el tipo de enfermedad que tiene quien, desde ahora y por muchos episodios, ha de ser el primordial paciente de la Serie, así como la intensidad y ubicación de la dolencia. Para imprimir más originalidad a la Serie, cada cierto tiempo el paciente dejará el Hospital donde laboran House y su equipo, y se trasladará a una isla en el Caribe, desde la cual no se podrán enviar imágenes relacionadas con actuaciones médicas, pero tendrán eventuales apariciones del Protagonista-Paciente informando acerca de su estado, a su lado el Diagnosticador, ambos disfrazados de deportistas, sin salirse de las premisas iniciales, que son las que dan mayor interés a cada episodio; Qué es lo que en definitiva le aqueja, Dónde lo tiene, Cual es el tratamiento que le aplican, Quiénes son sus médicos tratantes (¿ son mudos o demasiado tímidos ?), A qué distancia está el paciente de los dos extremos del túnel, el de la salud recuperada, o el de la caja de madera con ventanita de vidrio y posterior entierro o cremación, asigún él mesmo escoja, seleccione, opte, lleve gusto o se empeñe y encapriche.

No sabemos por cuanto tiempo pueda sostenerse con alto Rating la serie Doctor House con esta revolucionaria trama, pero intuímos que el tiro le puede salir por la culata, porque así como inspira lástima en algunos, la representación de quien finge sufrir una enfermedad grave, también produce en muchos, enormes expectativas por un final drástico, pues en los casos de protagonistas antipáticos y perjudiciales, que terminen pasando el páramo en escarpines les llega a generar inmensas alegrías a las audiencias que ya consideran insoportable el programa y muy especialmente su protagonista. Aunque el meollo del programa es precisamente no divulgar la específica enfermedad del paciente, pero a la vez dan libertad para que cada televidente trate de deducir su dolencia, yo particularmente pienso que tiene un EGO hipertrofiado con Mentalidad Obsoleta y muy susceptible de dejarse influenciar por remanentes del tumor Estalinista que llegó a hacer Metástasis en buena parte de una generación, durante los 60s y 70s, con visos de Alzheimer Ideológico que les recordar lo que ocurrió con el Muro de Berlín, la URSS, China, Vietnám, y lo que bajo propaganda engañosa, ocurre actualmente en la Cuba de Raúl, el capitalista salvaje.

EL TEJADO SOBRE EL VIOLINISTA.

EL TEJADO SOBRE EL VIOLINISTA.
Edgard J. González.-


Existen muchas religiones en el mundo, el único que conocemos, yo no profeso ninguna de ellas. No conjugo el verbo creer, prefiero otros verbos, como comprender, tolerar, compartir, amar, vivir. Por ello, para juzgar a una persona lo menos que considero es su religión, me interesan más sus otras cualidades.

Entiendo que hay tres religiones primordiales, la Judía, la Cristiana y la Musulmana, mencionadas según el orden en que aparecieron. Su común denominador es el espacio donde nacen y se desarrollan, el medio oriente, donde se encuentran la denominada Tierra Santa y la mítica Jerusalem, de significación esencial para los tres dogmas. En esa porción del planeta han ocurrido terribles enfrentamientos. Las Cruzadas, que por siglos a comienzos del segundo milenio, desde Europa trataron de imponerle a sangre y fuego la creencia católica a otros pueblos. Los enfrentamientos que constantemente producen heridos y muertos entre árabes e israelíes desde 1948, año en que nace el Estado de Israel, ocupando del territorio árabe una ínfima porción, también comprometido al establecimiento del Estado Palestino a su lado.

Ambos, judíos y palestinos, han conocido persecuciones y diáspora, ambos merecen un hogar nacional permanente. La mayor prueba de que pueden vivir siendo vecinos, es que han compartido ese espacio durante miles de años, y durante los últimos sesenta esa violencia de los extremistas de los dos bandos no ha logrado ni su exterminio ni su renuncia a la tierra de sus ancestros.

Uno de los muchos daños colaterales de esta guerra estéril y absurda es su traslado a otros países, como bandera para que obligatoriamente apoyemos a uno de los dos bandos en ese complicado conflicto histórico. El inmaduro reduccionismo que sólo ve los hechos en blanco y negro, exige que nos ubiquemos incondicionalmente a favor de unos y en contra de sus adversarios, como si no hubiese la opción de que lleguen a un acuerdo en torno a la tantas veces pospuesta división del territorio y la mutua solidaridad entre dos Estados, que tendrían más en común que aquello que hoy los separa y enfrenta.

En Venezuela particularmente hemos disfrutado de la compañía y la contribución al desarrollo del país, de judíos y árabes, durante el tiempo suficiente para considerarlos nuestros hermanos, y desde el afrancesado siglo 19 no hacemos distinciones entre los nacidos en otras tierras y les llamamos -cariñosamente- “musiues” (derivado del “monsieur” mal pronunciado por las mayorías). Hay un episodio que nos enaltece como sociedad sin prejuicios y hospitalaria, ocurrido a finales de 1938 e inicios de 1939, que nos inscribe como pueblo civilizado en medio de la violencia desatada en la Europa amenazada por la barbarie hitleriana, que hizo de los judíos el conveniente chivo expiatorio para consolidar un megalómano proyecto de colonización del mundo, afortunadamente derrotado por las fuerzas aliadas, luego de ocho años de destrucción y salvajismo.

Más de doscientos judíos lograron salvoconductos para salir de la Alemania Nazi, donde su destino inmediato iba del ghetto al campo de exterminio. Pero el régimen nazi movió sus influencias y les negaban el acceso en el Caribe, incluso donde ya tenían el trámite de ingreso autorizado, Trinidad. Los dos barcos con su cargamento de refugiados, el Caribia y el Koenigstein, tocaron puerto en La Guaira, pero tuvieron que proseguir viaje hacia las antillas neerlandesas, hasta que ya en alta mar recibieron la grata información de que el gobierno de López Contreras autorizaba el desembarco de su valioso contenido. Como iban en ruta a Curazao, al retorno el puerto más cercano era Puerto Cabello, donde desembarcaron ya de noche. En enero de 1939 esa localidad era muy poco parecida a la actual. Menos población, limitada infraestructura y escasa iluminación. Sin embargo, la noticia de la llegada de esos musiues perseguidos por el hombre que amenazó con un tercer Reich que duraría mil años (a los doce años apenas estaría suicidándose, ante la evidencia de un fracaso absoluto en su obsesión militarista), llegó a buena parte de los porteños, quienes dispusieron un operativo de recibimiento que incluía iluminar con antorchas y los faros de los pocos automóviles que tenían, y con ello vencer la enorme oscuridad de aquel bastión costero que se ofreció como la segunda imagen de su nuevo hogar. Esos judíos pudieron llegar a la conclusión de que no venían de, sino que estaban llegando al primer mundo, puesto que en la cuna de las civilizaciones se gestaba el exterminio de los que pensaban diferente, y en lo que se catalogaba como la porción salvaje y subdesarrollada, los recibían con los brazos abiertos, les colmaron de sincera hospitalidad y les permitieron rehacer sus vidas sin siquiera preguntarles por su religión. A nivel oficial y a nivel popular encontraron la misma actitud humanitaria que nos conforma como una sociedad bondadosa.

Hoy, cuando en mi país escasean los alimentos y debemos importarlos para medio abastecer los mercados, llevamos diez años de sistemática siembra de odios, e importación de fanatismos ajenos. Me niego a tomar partido por una opción que implique la destrucción del otro. Porque me identifico con quienes abrieron sus brazos y nuestra tierra a judíos y árabes, chinos y colombianos, portugueses y chilenos, españoles y dominicanos, italianos y trinitarios, generando este maravilloso “melting pot” que nos hace un pueblo mestizo y desprejuiciado, a pesar del criminal intento de cultivar racismo entre nosotros. Porque estuve en Dachau y en el refugio de Ana Frank, y rechazo la irresponsabilidad de quienes pretenden negar el Holocausto. Porque estoy en contra de la violencia, y en favor de la coexistencia pacífica (que necesariamente debe ocurrir entre quienes son diferentes, de lo contrario no sería coexistencia), y ello incluye mi respaldo a la simultánea expresión de la nacionalidad sobre un territorio propio, tanto de palestinos como de israelitas. Porque las más duras y bien argumentadas críticas a las respuestas bélicas del Estado de Israel las he conocido por boca o pluma de ciudadanos de ese país, lo que reivindica su carácter democrático y la solidez de sus instituciones. Porque sé que toda moneda tiene dos caras y no acepto la versión de único malo asignada a Israel, mientras ni siquiera mencionan las agresiones perpetradas por los fundamentalistas del lado que pretenden maquillar de angelical. Porque si solamente debo sopesar en la balanza las hazañas de quienes exigen que Israel desaparezca, los Ahmadinejad de aquel lado del océano, los Chávez de este lado, me obligarían a tomar partido por el país burbuja del medio oriente, ese donde se aceptan las diferencias, donde un músico genial puede armar una orquesta con palestinos y judíos, donde los ciudadanos árabes tienen los mismos derechos que los hebreos, donde las mujeres no son animales de tercera, donde las autoridades religiosas no ordenarían mi muerte por expresar criterios contrarios a su fundamentalismo, y donde una Primer Ministro declaró; “Podemos perdonar que los árabes maten a nuestros hijos, no podemos perdonarlos por obligarnos a matar a sus hijos. Tendremos paz con los árabes cuando ellos amen a sus hijos más de lo que nos odian”.

* Recomiendo el mediometraje “Los barcos de la esperanza”, con guión y dirección de Jonathan Jakubowicz . Nos hace sentir orgullo de nosotros mismos.
** Parte del guión se basa en el diario de Leon Zinn, a quien tuve el privilegio de conocer y tratar.
*** Negarse a participar, sea como músico o público, en la representación de “El Violinista sobre el tejado”, más que antisemitismo es simple estupidez. En cine o en obra de teatro es una manifestación cultural de calidad. Los idiotas se la pierden.

ISLA POBLADA DE AVESTRUCES ILUSTRADOS.

ISLA POBLADA DE AVESTRUCES ILUSTRADOS.
Edgard J. González.-


EPISTEMOLOGÍA PARADIGMÁTICA POSMODERNA EVASIVA*, publicado en “A tres manos” el 15 de julio, a 40 días de su envío, tuvo 24 horas después la reacción de Jonatan Alzurú, de un folklórico encuentro el día anterior. Falsa frescura, refiere un título de cuatro palabras que salió mutilado. Lo conocía desde mucho antes de la inventada conversa (también Chávez inventa interlocutores para justificar sus ocurrencias, siempre hay una viejita o un obrero que le dicen cosas). Premeditación, torpemente revelada, agresivos epítetos me dedica; “antidemócrata, de mente totalitaria, que no respeta la diversidad, la diferencia, al otro, no dialoga, sus argumentos son el fundamento de la censura y el principio de una mirada totalitaria”. Me llama “X, alguien que se siente un Dios, tirano o idiota”. Al afirmar que “no había ninguna crítica” evidencia que no leyó o no entendió mi artículo, cuyo contenido ratifico. Envío mi 2º artículo el 15 de noviembre. Favor no mutilar ni aplicar cuarentena.

Aplaudo la confrontación de ideas, aprecio el espacio coordinado con amplitud por Rigoberto Lanz. Más de 400 artículos de docentes e investigadores universitarios. Ideas, opiniones valiosas y útiles. Pero siguen en el nivel teórico, cuando ya deberían incluir referencias a las concretas situaciones y factores que constituyen la realidad en que nos encontramos los venezolanos. Me arriesgo a otra reacción intolerante e inquisitorial; Persisto en la propuesta de superar las generalizaciones. Llamar al pan pan, y al fascismo fascismo.

Comparto muchas de sus afirmaciones, porque soy Socialista, aunque sea difícil mantener esa definición en tiempos de militarismo ramplón y plagiario, que la adultera y prostituye. Sostiene Biardeau; “No hacemos tábula rasa ni culto nostálgico a los naufragios ideológicos del socialismo burocrático, una izquierda latinoamericana que fue objeto de una lectura adoctrinadora del dogma-aparato / La derecha borra la articulación entre socialismo y democracia para imponer la tesis del fin de la historia / otra figura de pensamiento único / la relación entre democracia y socialismo quedó abierta como reto pendiente por Rosa Luxemburgo, cuando cuestionó la eliminación de la democracia por Lenin y Trotsky. / El marxismo-leninismo liquidó la democracia y el socialismo humanista / Socialismos sin democracia socialista son figuras despóticas de la izquierda / hay alternativas distintas al socialismo de Estado”. Comparto lo anterior, critico que no mencione protagonistas y acontecimientos. Las decenas de millones de seres humanos que sufrieron persecuciones, vejámenes, prisión o muerte, nos exigen describir a sus verdugos; Stalin, Mao, Pol Pot, Ceaucescu, Fidel, y los demás criminales que, siempre en nombre de la Justicia Social, degradaron la utopía y oprimieron sus respectivas sociedades. Erró Fukuyama, eso no desmiente el colapso de la URSS ni justifica los costosos caprichos que pretenden resucitar la guerra fría. Rosa Luxemburgo repudiaría lo que ocurre, en nombre del Socialismo, en Cuba, Zimbawe, Corea del Norte, Birmania y Venezuela.

Rigoberto Lanz sobre Edgar Morín; “No es posible pensar una cosa y desmentirla en la conducta práctica de la vida cotidiana Los repertorios teóricos que estarían disponibles para orientar un proceso revolucionario están todos ellos averiados Nadie va a estar con remilgos ideológicos si de lo que se trata es de ganar unas elecciones”. RL debería escribir con la sencillez de su evocación al amigo Librero fallecido, y denunciar la estafa ideológica representada por los Mario Silva, los Alberto Nolia, Las Cilia Flores y demás especímenes que ejercen los vicios más degradantes fungiendo de socialistas, la maniobra fascista detrás de la Lista Tascón, el inmerecido y grotesco culto en torno a Chávez, gorila bebé que memoriza párrafos de manuales y pretende copiar el fiasco cubano.

Suficiente de Marx y Gramsi. Los lectores agradecerían referencias a la programación de VTV, Hojilla incluida, los casos Anderson, Antonini, 11 de abril, Simonovis-Vivas-Forero-Usón, calidad en la UBV, las Misiones, el PSUV, inmunidad de la familia Chávez, las relaciones con Irán, Bielorrusia, Zimbawe, Cuba, las FARC, la carrera armamentista, la inflación. ¿Socialismo del siglo 21?

jueves, 23 de junio de 2011

Ayer por tí
Edgard J. González


El siglo veinte produjo tiempos verdaderamente difíciles para Europa; guerras y hambrunas, persecuciones políticas, masacres militares, discriminación religiosa, crisis económicas, obligaron a muchos de sus habitantes a emigrar buscando mejorar sus condiciones y frecuentemente salvar la vida misma. Venezuela estuvo entre los primordiales destinos de esos europeos, no sólo por razones de clima permanentemente primaveral y diversidad paisajística, sino, y muy especialmente, por la bonhomía y hospitalidad de sus gentes, que hacían sentir casi como en su casa a quienes llegaban de allende los mares, agobiados por preocupaciones y carestías. En nuestro país no se practicaban odiosas discriminaciones, y más allá del genérico “musiú” (derivado del monsieur o “mesié”, tan en boga en el afrancesado siglo XIX) generalmente expresado con genuino cariño, los extranjeros encontraron en Venezuela libertad para el desempeño económico en cualquier actividad de su escogencia, y libertad para relacionarse socialmente, por lo que la absoluta mayoría de quienes vinieron a probar suerte en nuestras tierras la encontraron y con creces. Realizaron todo tipo de actividades sin que su condición de extranjeros fuese considerada para perjudicarlos, desde el “turco”(como llamamos en toda Sudamérica a los oriundos del Líbano, Siria, Jordania, Israel, la propia Turquía, todo ese misterioso medio oriente) que vendía “bor guotas” a domicilio, hasta los peninsulares que instalaron sus cafés, restaurantes, bodegas y pensiones en toda nuestra geografía, sin olvidar a quienes se integraron a las labores agrícolas y de construcción, dándoles un muy valioso impulso. Todos contribuyeron en la hechura de este moderno y pujante país que es Venezuela, no sólo en materia económica sino social, puesto que difícilmente encontraremos una familia de la cual no forme parte al menos uno de estos musiúes, cuyos genes han venido a darle mayor variedad y calidad a las generaciones actuales.

Tres naciones en especial han participado de este complejo proceso de asimilación integral, España, Italia y Portugal, con cientos de miles de sus nacionales tan consustanciados con nuestros paisajes, gentes y valores que hasta sembrados quedaron en nuestros camposantos, luego de esparcir sus semillas en hijos y nietos, tan venezolanos como el que más. Atrás quedaron los difíciles tiempos de las guerras y posguerras, de la escasez de empleos en sus países de origen, de los odios y rencores por razones políticas o religiosas. Distantes y difusas resultan hoy las asociaciones a los terribles nombres de lo que desencadenó aquellas diásporas y el triste alejamiento del terruño natal y los seres queridos; Franco, Mussolini, Salazar, Hitler, guerra, hambre, desempleo. Madeira, las Canarias y Sicilia nos resultan familiares sin haber siquiera salido del país, por las constantes y afectivas referencias de esos musiúes que llegaron a convertirse en nuestros amigos, nuestros padres y tíos, nuestros vecinos, nuestros compañeros de trabajo y de juegos, nuestros compatriotas.

Los venezolanos no solucionamos los graves problemas que enfrentó Europa durante el difícil siglo veinte, pero abrimos las puertas, de nuestros espacios y de nuestros corazones, a quienes vinieron huyendo de aquellas dificultades y encontraron acá un refugio, la posibilidad de ganarse la vida con su propio esfuerzo, y la solidaridad de un pueblo que los recibió con alegría, con optimismo, con afecto. Acá inclusive lograron vencer las sinrazones que los separaban, y en este país subdesarrollado dejan a un lado las diferencias judíos y musulmanes, ricos y pobres, y llegan a compartir el dominó, las bolas criollas, y las cervezas , aplauden al Cardenales, al Magallanes o al Caracas, muy lejos de ciertas brechas y cicatrices aun sin cerrar en el viejo continente.

Pero mucho ha cambiado, tanto para el país tropical que fue magnífico anfitrión como para los países nórdicos de donde provenían esos cientos de miles de musiúes que pasaron a formar parte de nuestros pueblos y ciudades, así como de nuestros hogares. Ahora Europa es un conglomerado floreciente y unido, más firmes sus economías, organizados en torno a una única moneda, el Euro, una legislación cada vez más uniforme, cultivan celosamente la Democracia y minimizan sus fronteras para llegar a convertirse en una poderosa entidad mancomunada, la Unión Europea. Venezuela en cambio, ha debido sufrir los peores gobiernos, hasta desembocar en esta pesadilla en la que predomina el resentimiento que divide, que agrede, que trunca nuestras posibilidades. A otra escala, estamos soportando la versión caricaturesca y compendiada de aquellos camisas negras fascistas y camisas pardas nazis, que sólo interpretaban al mundo a través de la violencia, la arbitrariedad y la intolerancia revanchista.

Hoy, cuando a muchos de nuestros jóvenes les cierran las oportunidades a las que tienen derecho en una Venezuela que debiera ser de todos, por el interés de imponer a troche y moche un “proyecto” que demasiadas veces ha fracasado, rechazado por la mayoría. Cuando el desempleo muerde y el futuro inmediato se les ofrece obscuro y riesgoso. Cuando las nuevas generaciones enfrentan la amenaza de una dictadura anacrónica y guiada más por odios grupales antes que por el genuino deseo de hacer prosperar al país, la mayoría de nuestros jóvenes dirige sus esperanzas hacia las tierras de aquellos inmigrantes del siglo pasado, puesto que precisamente sus espacios de origen representan algo tangible y muy intenso para todos nosotros. España, Italia y Portugal son nuestras segundas patrias, aunque nunca hayamos estado en ellas. Así de fuerte es el vínculo que nos ha unido por espacio de casi un siglo con los españoles, italianos y portugueses que con nosotros han compartido las verdes y las maduras, en esta su segunda patria.

Por ello, duele e indigna saber del maltrato que reciben muchos venezolanos que van a Europa, y muy especialmente a esos tres países sembrados en nuestros corazones por tantos musiúes italianos, españoles y portugueses que acá han vivido, trabajado y soñado. Nos resulta incomprensible, absurdo, el enrevesado trámite para otorgar la visa, la antipática desconfianza de los funcionarios de Aduana, el exagerado celo y el interrogatorio policial a que son sometidos aquellos venezolanos que, a juicio de un tinterillo cualquiera, sean sospechosos de pretender cometer el delito de buscar sobrevivir mientras superamos nuestra temporal crisis. Algunos han sido hasta arbitrariamente devueltos, perdiendo lo invertido en pasajes e impuestos, por la simple presunción de que van a convertirse en inmigrantes ilegales. Cómo si no lo fueron la absoluta mayoría de ellos cuando les tocó venirse, con una mano delante y la otra detrás, la mayoría como pasajeros de segunda y de tercera, en viejas naves que ya fueron desincorporadas del servicio marítimo.

Los venezolanos vamos a solucionar nuestros graves problemas, superaremos esta grave situación por la que ahora atravesamos. Y quienes se vieron forzados a emigrar, volverán, porque aquí están las razones de sus afectos y de sus mejores esfuerzos. La familia venezolana se reunirá de nuevo y entonces, apenas serán tristes y lejanos recuerdos esos maltratos que no nos merecemos y esas voces despectivas, como Sudaca, que expresan todo lo contrario de lo que acá encontraron los inmigrantes de ayer, cuyos hijos hoy nos dan la espalda. El refrán dice “hoy por ti, mañana por mí”. Ayer fue por ustedes, el mañana que no esperábamos llegó para nosotros, y duele que nuestros hijos no reciban ni una porción ínfima de lo mucho que varias generaciones de europeos recibieron de Venezuela y su pueblo. Es otra buena razón para que nuestra primera y única generación de emigrantes regrese, y nos ayude a reconstruir al país desde las ruinas que hoy generan el resentimiento y la incapacidad de quienes en muy mala hora arribaron al gobierno, para destruir y dividir, inspirados en sus odios e ignorancia, hacen ya doce larguísimos e insoportables años. Las mezquindades quedarán en el olvido y, para nuestros musiúes, el cariño es el mismo.

*Publicado el 30 de diciembre del 2010 en Noticiero Dogital y Analítica.com

Negarse a ser padres y abuelos
Edgard J. González


Disculpen que escriba en primera persona, pero el tema -como verán a medida que lean- lo exige. Este es un artículo sobre asuntos absolutamente personales, y sin embargo, atañe a muchísimas personas, probablemente a casi todo el mundo


Siendo aun soltero, y mucho antes de siquiera conocer a quien luego llegaría a ser mi esposa, comencé a comprar juguetes para mis hijos, los que iba a tener en el futuro, que pasados varios años resultaron ser cuatro, tres hembras primero, y el varón, que escondió su sexo al ecosonido hasta convencerme de que, habiendo ya bateado tres hits, el cuarto turno al bate sería igualmente una niña, que se llamaría como una princesa indígena panameña cuyo nombre me gustaba, Anayansi.

Ocultó su equipo incluso al momento de salir del útero, pues venía mirando al piso y hubo que voltearlo para sorprendernos con el famoso trío de genitales, 1 tequeño y 2 nueces, que inhabilitaba el nombre que habíamos escogido. La doctora en plan de catcher, a menos de un metro de distancia (Sí, yo estuve en la sala de partos cuando nacieron los dos últimos, con las dos primeras estuvo mi madre, que además de abuela era enfermera y de las muy buenas), también sorprendida y en conocimiento de que le teníamos nombre femenino, me preguntó qué nombre le pondría (mi esposa en ese momento, luego de agotadoras horas en trabajo de parto, estaba más dormida que despierta), por lo que sólo atiné a pensar en mi propio nombre para el inocente, que debe cargar con esa marca toda su vida. Agrego que, cuando los hijos se alejaban de su infancia, sin descuidarlos, comencé a adquirir juguetes para mis nietos, abuelo precavido vale por dos.

Acá, como en la cinematografía moderna, voy a hacer un flashback, saltamos al momento cuando, recién cumplidos mis 22 años, mi madre, indigestada de telenovelas, con tono melodramático me dijo que “había estado pensando y llegado a la conclusión de que era el momento de que yo supiera quién era mi padre”, Tatatataaaaan. Sin perder ni siquiera un segundo en mi respuesta, le dije que ella había sido siempre mi madre y mi padre, y que no hacía falta nombrar a quien nunca estuvo cuando hizo falta, estéril ahora, cuando yo comenzaba a ser un adulto, a punto de graduarme de Profesor en el Instituto Pedagógico de Caracas, y que ni remotamente le iba a dar una satisfacción a quien nada puso, salvo un microscópico espermatozoide, contribución que cualquiera es capaz de hacer, pues no requiere de esfuerzo, más bien produce placer, doble, si se trata de un macho irresponsable, de esos que se limitan a “sembrar su semilla” sin ocuparse de, ni preocuparse por, el resto del proceso. Se ufanan de la cantidad de hijos que han procreado, aunque poco o nada hagan por ellos. Abundan, muy particularmente en los países donde no se educa para la responsabilidad, y los padrotes se inventan derechos genéricos, relegando los deberes para los débiles. Hasta allí llegó el súbito melodramatismo de mi madre, nunca más tocamos ese tema, aunque fue omnipresente en nuestras vidas. En lo que a mí respecta, fue un permanente recordatorio de cómo NO debe comportarse un hombre, (otros escogen seguir el mal ejemplo, para demostrar su virilidad frente a machos con la misma patología), y he tratado de ser un buen padre para cada uno de mis cuatro hijos, desde mucho antes de emerger del vientre, pues la paternidad responsable comienza con el apoyo a la mujer embarazada, esa tarea es de dos, y no termina nunca, dura toda la vida (a veces más, los recuerdos de los ejemplos de mi madre, mis tías y mi suegra, son constante referencia en mi praxis familiar, buenos ejemplos a ser emulados).

Otro flashback; Tendría yo unos catorce años cuando ocurrió un hecho sórdido, que he tenido atravesado en la memoria por décadas, y por primera vez escribo sobre eso, aunque el tardío desahogo en nada aminorará la rabia que desde entonces he sentido, ni la porción de culpa que nos correspondía a todos los que fuimos testigos, mudos y cobardes, los que nada hicimos por corregir la injusta situación que sucedió en nuestro sencillo vecindario, y me incluyo, a pesar de que era un imberbe. Otros con más edad y experiencia debieron sentir la obligación de intervenir, mas no tuvieron ni el coraje ni la dignidad para enderezar aquel absurdo episodio. A media cuadra de mi casa -materna, por supuesto- vivía una de las adolescentes más hermosas que he visto, lozana su blanca piel, largo su cabello, castaño y sedoso según recuerdo, como de muñeca las facciones de su cara, cuerpo escultural a sus 17, esa edad en que ya dejaron de ser niñas sin ser aun las mujeres cuyos cuerpos ya ostentan, prematuramente. Las estrictas normas que sus padres imponían en aquel remedo de hogar, sobretensadas por la influencia del dogma religioso (Testigos de Jehová), establecían una disciplina de tipo cuartelario, lo que impedía que la chica tuviera una vida social normal, asistiera a fiestas, hiciera amistades, conociera los amagues del amor que la adolescencia coloca, como placebos en nuestro camino, para que practiquemos mientras maduramos, hasta poder amar de veras, cuando llegue la persona indicada, no antes ni después.

En medio de prohibiciones de toda índole, encuentros furtivos facilitados por el ambiente impermeable en casa, aquella hermosa muchacha para quien estaban vedados los compañeros de estudios, los amigos y -más aun- el noviecito con acné y uniforme de liceo, elementos todos inofensivos mientras ocurran bajo la discreta supervisión de los padres en el hogar, se consiguió al atrevido con la mala intención y las agallas que requería la acción corsaria de aprovechar su inocencia, su abandono, para dejarla nuevamente sola, con las consecuencias de un proceso natural, para el cual en aquella época ni siquiera existían los mecanismos que preparan a los jóvenes para ejercer la sexualidad responsable. Distinto a la actualidad, familias no marginales, con bastante información, el autoritarismo en el baúl de lo inservible, los padres compartiendo con sus hijos, las parejas decidiendo cómo, cuándo y cuántos hijos tener, responsable y amorosamente. La vecina linda, su cola de caballo pendulando detrás de su cabeza, desapareció de nuestra barriada, expulsada por unos bichos que prefirieron la interpretación dogmática de un credo estricto, que asume la maternidad como grave falta, en lugar de llenar el inmenso vacío que ellos mismos habían creado en la vida de aquella bellísima joven, a la que castigaban por ser bella, por ser joven, por carecer de la experiencia que ellos debían enseñarle y le negaron. Para colmo, tres años después me topé con la sombra de aquella muchacha, avejentada, le faltaban algunos dientes, su pelo ya no brillaba ni estaba recogido en sensual cola, y evidenciaba avanzada gravidez. Trabajaba en un burdel en el oriente del país. Tenía yo 17 años, pero supe que no debía acercarme a hablarle, ni siquiera darle oportunidad de reconocerme, pues ello le recordaría la amarga vivencia que la empujó a esa triste situación de prostitución y miseria en que se encontraba, gracias a un tipo y una tipa que no supieron asumir sus responsabilidades, ni fueron capaces de amar a su hija, que optaron por seguir en la farsa de una religión que les impedía aceptar a su hija y a la criatura que gestaba en su vientre, una secta que les ofrece la perfección después de la muerte mientras rechacen la imperfección de los seres humanos que somos, un dogma que tras la mentira del Paraíso esconde un garrote de intolerancia, contradicción y desapego.

Desde cierto punto de vista, casi llego a darles la razón a esas bestias que le dieron la espalda a su hija y a sus nietos. Tener hijos implica tener preocupaciones, las angustias se suceden una tras otra, con cada falsa alarma durante el embarazo, con el parto o la cesárea, con el llanto cuando piden su teta, o les molesta un gas, hay que cambiar pañales, darles tetero, tomarles temperatura, llevarlos al pediatra, darles sus medicinas, alimentarlos, pasearlos, acompañarlos siempre, estar a su lado cuando gatean, cuando dan sus primeros pasos, les salen los dientes o dicen sus primeras palabras, soportar la terrible separación de horas cuando van a la guardería los primeros días, ayudarlos con las tareas escolares, consolarlos con sus reveses académicos y amorosos en la adolescencia, tratar de lograr el difícil equilibrio cada vez que creen necesitar algo y uno debe decidir entre el Sí y el No, para no malcriarlos ni frustrarlos, ser apoyo cuando caen y no pueden levantarse por sí solos, ser cómplices en sus travesuras, tragar grueso cuando más grandecitos van solos a sus actividades y regresan tarde, recuperar el aliento al verlos sanos y salvos, compartir sus entusiasmos y sus tristezas, apartarse cuando exijan estar sin nuestra compañía, respetar su independencia, celebrar sus triunfos, cargar parte del peso de sus fracasos, ellos -aunque a menudo pareciera que no nos valoran- saben que estamos cerca, que somos su roca y su piso, su hombro y su mano, su permanente respaldo, para el problema, para la diversión, para el abrazo, para el dolor. Hay más, mucho más, y todo eso se lo evitaron aquellos tiesos fanáticos desde el momento en que echaron de su casa a la casi niña, ingenua e ilusionada. Con la misma estupidez con que rechazan las transfusiones, expulsan a la preñada que es carne de su carne y sangre de su sangre. Una ganga de la moderna inquisición, castigan a dos o tres por el precio de uno.

Otra ventaja que se deriva de esa conducta intolerante y vengativa, no sienten las flaquezas del cuerpo. Pasó con mis hijos, y ahora con mi nieto, de apenas 25 días, ciertas funciones orgánicas cambian, nos debilitamos, perdemos fuerzas. Cuando vemos de muy cerca a una personita tan aparentemente pequeña y frágil, la vista se nubla, los ojos se ponen vidriosos, perdemos la noción del mundo a nuestro alrededor y nos atontamos de tal forma que nos parece que únicamente existe ese ser en torno al cual orbitamos. Increíblemente, su mano puede apenas abarcar la mitad de nuestro meñique, y sin embargo, somos incapaces de desprendernos de aquel agarre tan poderoso, nos falta la fuerza frente a ese gigante de 50 centímetros. Nos ataca cierto insomnio, orgullosos como estábamos de poder dormir como troncos por muchas horas seguidas, ahora interrumpimos el sueño al escuchar el tenue llanto de ese bebé que, inclemente, le exige a su madre, sea nuestra esposa, sea nuestra hija, que coloque a su alcance esa redonda fuente de leche natural, cuyo pezón es su primer juguete, substituto del cordón umbilical que le nutría, y al que maltrata a veces, ocasionando un dolor que es parte de la complicada y absoluta maravilla de tener hijos, y nietos.

No sé qué fue de ustedes, los que rechazaron ser padres y abuelos. Imagino que por el tiempo transcurrido ya habrán muerto, y entonces supieron que aquel espacio postmorten por el cual le dieron la espalda a su hija y a sus nietos, no existe, (si existiera tampoco los iban a admitir a ustedes dos). No se qué fue de ustedes, mi vecina linda y tus dos gestaciones (de las que yo supe). Espero que hayas tenido la suerte y la voluntad de superar todos los escollos que tus circunstanciales procreadores y la mojigata sociedad pusieron en sus caminos, y que, pese al machismo y la intolerancia, hayan podido ser felices. Yo, seguiré aferrado a mis convicciones y principios, padre y abuelo entre satisfacciones, ternura, disgustos, y lágrimas, que por cierto, no sólo se derraman cuando nos abruma la tristeza, también se llora de alegría y de emoción, como cuando se juega con los hijos, se carga al nieto, o se escribe un artículo como este.

*Publicado el 14 de febrero del 2011, ND y Analítica.-
¿ REVOLUCIÓN O SIMPLE COMPLICIDAD DELICTIVA ?
Edgard J. González.-


El 4 de febrero del 92 Venezuela conoce al comando subversivo militar MBR, a través de un Golpe sangriento y fracasado, que pretendía justificarse por el objetivo de enfrentar la Corrupción Administrativa, la Injusticia Social y el resto de los problemas graves que sufría la sociedad venezolana. 19 años después, tras 12 años en el gobierno, el cabecilla de aquella secta militar golpista (preparada por 21 años), junto a sus secuaces militares y civiles, muestran un muy negativo saldo en su gestión, evidenciando Incapacidad e Hipocresía para implementar los profundos cambios que se comprometieron a realizar. Todo cuanto criticaron de lo que ellos bautizaron como “Cuarta República” no sólo permanece en la dinámica cotidiana del país, sino que ha sido aumentado, en ocurrencia y en impunidad, irónicamente reivindicando a los “gobiernos anteriores” en los cuales era menor la intensidad de los hechos de apropiación indebida de los dineros públicos, de malversación de presupuestos, de Sectarismo, Populismo y Demagogia, las primordiales acusaciones que estos funcionarios y dirigentes del golpismo -hoy oficialistas- lanzaban contra los funcionarios y dirigentes de AD y de COPEI.

Resumiendo algunas arbitrariedades cometidas en tiempos blanquiverdes, podemos recordar al Ministro Ciliberto declarando a la prensa, ante el auge delictivo, que “a algunas mujeres les gusta que las violen”, el Canciller Calvani impuso la prohibición absoluta de proyectar el film “El último tango en París”, lo vio en Nueva York y su opusdeiana mentalidad la consideró aborrecible, el clientelismo partidista exigía “incorporar como enfermeras auxiliares a las compañeras en la lista anexa,” aunque fueran analfabetas y esa condición les convirtiera en armas mortales para los pacientes, la amante negociaba con desparpajo mientras Lusinchi daba rienda suelta a su alcoholismo y su esposa era ninguneada por la Casa Militar, que le negaba hasta el papel toilette a La Casona. En su libro “4 crímenes 4 poderes” Fermín Mármol León denuncia la impunidad a favor de específicos representantes de los Poderes Legislativo, Eclesiástico, Militar y Económico, autores materiales de asesinatos que quedaron oficialmente sin descubrir ni castigar, mientras simultáneamente algunos inocentes purgaban condenas injustamente. Célebre era la consigna “Acta mata Voto” que aludía a las trampas en los conteos electorales, por las que la Izquierda tradicional -hoy en el gobierno- reclamaba constantemente. Se repartían láminas de zinc, bloques y cemento, con fines proselitistas, estimulando la construcción de más ranchos, en lugar de asumir seriamente la construcción de viviendas buenas a precios asequibles, y educar a esa población marginal para la reproducción responsable, que condujera a un crecimiento poblacional en equilibrio con las capacidades del país para lograr la creación de empleos, la producción de bienes y la satisfacción de las necesidades de la sociedad venezolana.

Pero, con otros nombres y distintas fechas, las arbitrariedades y los errores se han dado a lo largo de estos doce años y tres meses de un régimen que “los iba a erradicar”. El chavismo mantuvo en su discurso, como su motivación esencial tanto para los Golpes sangrientos y fracasados del 92, como para pedir el respaldo electoral y llevar a cabo un supuesto cambio desde el gobierno -al cual llegan esta vez por la vía NO violenta-, el presunto repudio de los conjurados bajo el Samán de Güere en 1982, respecto de las prácticas reñidas con la Moral, la Ética y la Probidad, que con frecuencia ocurrieron durante las administraciones de adecos y copeyanos. Acá algunas contradicciones;
Tarek Saab. gobernador actual de Anzoátegui, aparecía semanalmente en las Noticias, denunciando la violación de los Derechos Humanos de algún camarada suyo, pero desde 1999 no ha denunciado ninguna violación, aunque han seguido produciéndose, con la diferencia de que “por ahora” él forma parte del equipo represor, apoya cualquier abuso y atropello con tal de que los mantenga en el poder. Las muertes de Alberto Lovera y Jorge Rodríguez fueron y siguen siendo estandarte de los eternos denunciantes de ayer, que hoy nada dicen ante crímenes similares, como los de Antonio López Castillo y Juan Carlos Sánchez. La “masacre” de Cantaura aun los lleva a promover juicios (aunque uno de aquellos pilotos fue puesto por Chávez entre los candidatos a la AN, y hoy es flamante diputado al servicio del proceso que le acusa de haber masacrado guerrilleros), pero han dejado transcurrir nueve años sin constituir la Comisión de la Verdad que investigue la Masacre del 11 de abril del 2002 en la avenida Baralt. Sospechosa negligencia.
Chavistas de todas partes del país viajaron a Caracas muchas veces para hacer bulto en las manifestaciones aclamacionistas rojas rojitas. En una de esas ocasiones, uno de los grupos que provenían de Margarita y viajaron a la capital, al regreso llegó tarde a la salida del Ferry en Puerto la Cruz, el cual ya llevaba una hora de travesía hacia Nueva Esparta. Chavistas en tierra se comunicaron vía celular con sus camaradas en la nave, y estos procedieron con armas de fuego, a detener el ferry y forzar a su capitán, bajo amenaza contra su vida, a regresar a Puerto la Cruz a buscar a sus camaradas rojos. En Cumaná, en ordenada fila en el aeropuerto, los pasajeros de un vuelo a Maiquetía iban ya a abordar, luego de chequear boletos y equipajes, cuando 20 individuos, identificados partidarios del régimen, exigieron que los embarcaran en ese vuelo -sin haber adquirido previamente el correspondiente boleto- pues debían participar en las elecciones internas del PSUV en la capital del país. A lo muy macho se metieron en la aeronave y ocuparon los asientos de 20 ciudadanos que cumplieron el trámite respectivo y no pudieron viajar. Para colmo, el grupo de asaltantes era encabezado por Luis Acuña, Ministro nada menos que de Educación del régimen. Para estos actos de indudable Piratería en alta mar y en Aeropuerto, ninguna averiguación ni sanción se ha producido. Sospechosa reincidencia.

En la urbanización 23 de enero un grupo con armas cortas y largas, identificado como La Piedrita y Alexis Vive, impidió mediante intenso tiroteo contra funcionarios uniformados, que la Policía de Caracas ejecutara un procedimiento contra el hampa en ese sector, y además amenazó con realizar una toma armada de toda la capital, si persistían las autoridades en llevar a cabo sus labores en los territorios que “esos grupos” controlan. Lina Ron se hizo muy famosa por los continuos atropellos que cometía, apoyada en una banda de motociclistas armados que sembraban el terror donde les placía. Ni siquiera la evidencia plasmada en videos fue suficiente para que esa delincuencia organizada fuese llevada a tribunales y sancionada como merecía. Se hacía un amague para enfriar los asuntos un tiempo, y volvían a sus fechorías, sabedores de que eran guapos apoyados. Un individuo sin ningún sentido del ridículo, que lleva años disfrazado permanentemente como el Ché Guevara, declara a la prensa que él y su grupo sí están armados, y que muchas de sus armas ni siquiera están registradas, y ninguna autoridad con competencia, Fiscalía General incluida, se ha dignado investigar este desfachatado reconocimiento de la existencia de esa banda armada, que actualiza la anterior Constancia de Impunidad de los grupos a los que el oficialismo dota de armamento, en su pueril imitación del proceso desilusionante cubano. Sospechosa Inacción.

La Pereña, una propiedad agropecuaria donde se ha logrado producir un rebaño caprino de excelentes cualidades, en la vía a Rio Claro del estado Lara, es invadida por chavistas que espontáneamente se autoerigen en disponedores de lo ajeno, destrozan las rejas de la entrada, cortan el agua y la electricidad a la vivienda principal donde habitan el propietario de la Granja y su familia, se pasean amenazantes con una escopeta y una cizalla, hacen divisiones internas del terreno y lo asignan a miembros de su grupo, ningún derecho ni respaldo legal, pero con sobradas agallas para enpandillarse y convertir en Botín el fruto de décadas de Trabajo, de Investigación, de Esfuerzo, tres cualidades a las que son alérgicos los que se agavillan para invadir y beneficiarse de lo que otros han producido. La Pensión Leval en pleno centro de Caracas tuvo un operativo similar: Dos bribones se presentan anunciando un Allanamiento (Ilegal, sin respaldo de Tribunal), les indican a los pensionistas que a partir de ese momento no deben pagar por las habitaciones que ocupan, y que procuren dañar la casa a fin de justificar su expropiación, trámite que inician dos meses después, tiempo durante el cual le han impedido al propietario ingresar a su Pensión, hacerle mantenimiento, cobrar por sus servicios. Tampoco en estos casos ha habido autoridades que hagan respetar el marco legal. Sospechosa ausencia.

Tras 12 años gobernando, todas las cárceles en Venezuela han incrementado sus conflictos y pésimas condiciones: Hacinamiento, tráfico de drogas y armas, Extorsión y Secuestros dirigidos por reclusos, falta de control de la población carcelaria, que debiera ser separada por su grado de criminalidad, constante violencia, y todo lo anterior sin que a las autoridades ministeriales y de cada centro de reclusión se les investigue y sancione por su evidente negligencia o complicidad en las graves fallas anotadas. Pistolas, revólveres, granadas, fusiles y ametralladoras conforman el arsenal en poder de los presidiarios, lo cual no puede ingresar sin la participación del Equipo a cargo, y nadie ordena intervenir cada Penal a objeto de poner orden y depurar al Personal, imponer un esquema que garantice la vida, integridad y reinserción, utilizar a los Especialistas en este campo, proteger en especial a los reos de menor peligrosidad que son recuperables. Sospechosa Carnicería.

Añadan los lectores la increíble gravedad de los casos insólitamente NO investigados en Venezuela; Makled, Anderson, Antonini, las 130.000 toneladas de alimentos podridos, los 150.000 asesinados, la actitud cómplice con los grupos criminales FARC, ELN, ETA, la solidaridad y generosidad con regímenes dictatoriales como los de Cuba, Irán, Nicaragua, Bielorrusia, Zimbawe, Siria, Libia, y el enorme vacío de obras concretas en contraste con la bicoca de un millón de millones de dólares que han “administrado”, y podrán tener una buena idea sobre el carácter de este régimen con doble moral y doble discurso. Lo de “acta mata voto” queda de comiquitas comparado con las estafas electorales actuales, doble y triple cedulados, centros con 100 por ciento de votos rojos, o más votantes que habitantes, 1.800.000 traslados inconsultos en un solo proceso, modificación de Circuitos para -mediante Salamandra- prestidigitar y alcanzar muchas más curules con menos votos. Cuestionan lo que practicaban, Practican lo que cuestionaban.
*Publicado el 1º de mayo del 2011. Portales Analitica y Noticiero Digital.-
RELIGION, DEMAGOGIA, POPULISMO Y DELINCUENCIA.
Edgard J. González.-

Es un lugar común dual señalar que el fenómeno de la Delincuencia, que es algo exclusivamente Social (los animales no delinquen, sólo los humanos), existe desde los inicios de la Humanidad y ocurre en todos los países. Inclusive en la fantasía que narra los comienzos de la “Creación Divina” Caín asesina a su hermano Abel, y toda clase de delitos son mencionados no sólo en la Biblia, sino en la Torá y el Corán, los manuales básicos de las tres religiones más famosas del planeta. Y precisamente los dioses y las religiones fueron inventados en la antigüedad, como herramientas para explicar a la Naturaleza y para controlar el comportamiento humano, usando el respeto por un ser supremo presunto hacedor de todo, el temor al castigo divino (el Infierno para los católicos), y cada doctrina establece los pasos a seguir para no desviarse del sendero del Bien (diez mandamientos norman la conducta de los cristianos, musulmanes y judíos tienen sus propias versiones de las tablas de Moisés). Lo irónico es que la religiosidad ha estado entre los elementos determinantes de la conducta de la absoluta mayoría de las sociedades, desde las más primitivas hasta las más modernas y civilizadas, y sin embargo ello no ha evitado la omnipresencia de la maldad en todas sus formas, crímenes individuales y colectivos han ocurrido siempre, y han sido cometidos a conciencia de que constituyen pecados, desde el punto de vista religioso han faltado a las leyes sagradas. Han sido fervientes creyentes las personas -civiles o militares- que llevan a cabo los crímenes, sus autores materiales, y la religión es parte constitutiva esencial de las Comunidades o Estados que organizan y respaldan las masacres de otros seres humanos, sacrificando a propios en la “gesta”, siendo sus máximos líderes “hombres de fe que dicen actuar en nombre de su Dios y de su Credo” los que diseñan y ordenan, desde Estafas económicas o políticas hasta Genocidios, que en muchas ocasiones han definido a las víctimas sólo por pensar o creer diferente.

Aunque en todas las sociedades ocurren delitos, es innegable que su frecuencia y proporción respecto de la población total varían de un país a otro, los índices delictivos son muy bajos o casi inexistentes en algunos países, mientras que en otros, al lado opuesto del espectro, son preocupantemente elevados, manteniéndose en valores promedio la mayoría de las naciones, correspondiendo las mejores posiciones a aquellas que han logrado equilibrar el acceso a los recursos (empleo, servicios educacionales y de salud, baja inflación, alta productividad y producción, mercados satisfechos, etc) y el control de grupos e individuos con propensión a delinquir (eficiente esquema preventivo y represivo, Justicia estricta sin discriminaciones, cárceles que reeducan y reinsertan adecuadamente). Nuestro país, lamentablemente, se ubicó tradicionalmente entre los que mantienen elevados índices delictivos, con el agravante de haberlos aumentado progresivamente desde que la secta militar patriotera es Gobierno. Durante los pasados DOCE AÑOS bajo la férula roja del chavismo procastrista, se han multiplicado las cifras de los peores delitos y la Impunidad de los delincuentes, que ya ni siquiera actúan preferiblemente de noche y en espacios con poca presencia humana, sino que ejecutan atracos, secuestros y asesinatos a plena luz del día y frente a docenas de cada vez menos sorprendidos testigos, convirtiendo la comisión de un delito en algo banal y ordinario, a lo que la sociedad se va acostumbrando, en lugar de reaccionar indignada y reclamarle a los primordiales responsables de mantener el orden e impedir y/o reprimir el delito, en todas sus formas. Solamente en Inseguridad las cifras de asesinados cada año han subido de 4.500 en 1998 a un promedio de 17.000 durante los recientes años, casi cuadruplicando el problema que la mayoría de los venezolanos coloca como el que más preocupa y perjudica, sin que por ello las autoridades competentes hayan implementado mecanismos idóneos para resolver esta calamidad, que nos ubica entre los países con mayor índice de muertes violentas a nivel mundial, 58 por cada mil habitantes.

Los atracos, secuestros y asesinatos no se multiplican exclusivamente obedeciendo al crecimiento poblacional (la población de Venezuela NO se cuadruplicó de 1999 a hoy), sino que intervienen otros factores que estimulan el aumento en la comisión de delitos, y los dos de mayor peso tienen que ver con la manera de funcionar del régimen chavista. Por una parte, no ha implementado los programas de prevención y represión que la situación requiere, básicamente porque la base de sustentación del régimen está en las zonas rojas de las cuales emana el contingente de delincuentes que perpetra los atracos, secuestros y asesinatos. Justifican el NO actuar con el “argumento” de que no se debe reprimir al pueblo, metiendo a la gente trabajadora –que es la mayoría- y a los delincuentes en el mismo saco, para demagógicamente darle sentido a su ineficiencia ante el auge del delito. Los regímenes que dicen seguir la doctrina marxista, ponen de columna vertebral de sus discursos y acciones el supuesto “despojo que los ricos han llevado a cabo durante siglos de explotación y engaño a la masa proletaria, interpretan como parte de la relegada Justicia la redistribución de los bienes y recursos, equiparando el producto de robos y secuestros con las arbitrarias ocupaciones, invasiones y caprichosas expropiaciones hechas por el oficialismo, o con su anuencia y respaldo. Las víctimas mortales, las justifican con el mismo cinismo que usó Timothy McVeigh al explicar la destrucción del edificio en Oklahoma matando 168 civiles inocentes, muchos de ellos niños en una Guardería, son daños colaterales, imprescindibles e inevitables en la consecución de los trascendentales objetivos revolucionarios”.

La Identificación con el Líder, Führer, Chairman, en su destrucción del orden establecido (contra el cual siempre se han manifestado los delincuentes) es factor esencial en la consolidación de esa base de respaldo (no sólo electoral) cuya veta fundamental está en el LUMPEN, ese sector marginal de la sociedad que tiene la menor preparación para ejercer responsablemente la Ciudadanía, y simultáneamente la mayor acumulación de carestías. Se satisfacen con poco, si esa cortedad incluye el Discurso que los justifique en su acción delincuencial y les califique como víctimas, en lugar de victimarios. Los delincuentes de toda laya y sus relacionados, familiares y amigos, forman un conglomerado cuantitativamente importante al que no se debe molestar con operativos policiales eficientes que puedan distanciar a esa masa del “Proyecto”. En cambio se les puede utilizar incorporándolos a diversos esquemas de apoyo activo a la Revolución, como las bandas mostrencas que, con palos o armas de fuego, agreden disidentes haciéndose pasar por “espontáneas manifestaciones populares” de gentes humildes que respaldan al régimen (método frecuente en Cuba), o las Milicias, el mismo musiú con diferente cachimbo, que uniformados, con rifles Kalasnikhov y un barniz de instrucción militar, bajo órdenes directas del Führer (SS en la Alemania Nazi) enfrentarán al invasor imperialista, casualmente representado por los opositores que rechazan el purgante del pensamiento y partido únicos, las recetas del estalinismo, que ya fracasaron todas las veces que fueron practicadas en el mundo entero (incluyendo a Cuba y Corea del Norte).

La praxis religiosa de milenios facilita la labor de los demagogos, que sólo deben canalizar la predisposición de los creyentes a seguir con fanatismo las indicaciones que surgen de la estructura líder, que asume una posición paralela a la de la Iglesia y sus jerarquías, repitiendo parte del dogma religioso (Dios, el bien y el mal, el paraíso y el averno), presentándose como colegas creyentes (Fidel mostraba un crucifijo en su pecho, ofrecía Democracia con elecciones libres), pero añadiéndole porciones del dogma ideológico, que conforman un andamio apoyado en la estructura eclesiástica (socialismo y capitalismo opuestos como el bien y el mal, patriotas contra apátridas, redentores versus explotadores), el mundo en blanco y negro, la intolerancia que degrada al otro para justificar su eliminación, el fascismo ordinario que no tiene escrúpulos para violar Leyes y Derechos Constitucionales, que deberían regir para todos por igual, por un cambio radical “en nombre del pueblo”, aunque la porción mayoritaria de ese pueblo se oponga y por ello sea agredida, y la porción que aparentemente aun simpatiza con el proyecto sea irrespetada, sus opiniones y decisiones simplemente no tomadas en cuenta por el régimen, que se limita a ejecutar las arbitrariedades y extravagancias que se le ocurren al carismático y temporal líder. La Nomenklatura, bagazo sesentoso que sigue sin descifrar lo que ocurrió con el Muro de Berlín, la URSS, China y Vietnám, como víctimas de anorexia ven a Cuba gorda (en vez del despojo miserable que ha llegado a ser), apoya el antibolivariano remedo de una Monarquía, incapaz de producir siquiera suficiente pan, y en este híbrido de estalinismo fidelista el monarca es simultáneamente el Rey, el Títere y el Circo, en insoportables y vacías cadenas cotidianas. Sin Lumpen ni Oportunistas, desaparecería.




DE REGRESO EN TIERRA DE PLEBEYOS.
Edgard J. González (Duque de Guarolandia).-


Salir de viaje nunca ha sido fácil, los trámites de reservar pasajes, hoteles y vehículo de alquiler han ido gradualmente complicándose. Si a ello le sumamos el Viacrucis de CADIVI, cuyo manual operativo distribuye los dólares a los oligarcas en sentido inversamente proporcional a los ñángaras del orbe, quienes reciben a maletinazos y por camionadas créditos blanditos, a pagar dos años después de que le salgan plumas a los elefantes, en tanto a nosotros, los proimperialistas, empleados de la CIA, contrarrevolucionarios y apátridas, nos asignan un máximo de $3.000, que debemos cancelar a brinco rabioso y muy frecuentemente se atoran en la Tarjeta de Crédito en los momentos más delicados, dejándonos varados en el extranjero, en la recepción del Hotel, al intentar pagar la cena en un restaurante, o cuando pretendemos comprar de antemano las entradas al espectáculo Musical o Teatral que tanto deseábamos disfrutar.
A pesar de los numerosos obstáculos que la burocracia roja va colocando para encerrarnos o amargarnos la vacación, perseveramos, logramos saltar las fronteras y cumplir un compromiso ineludible para quienes pertenecemos a esa élite de sangre azul y prosopopeya de siglos o milenios, familias curtidas de Épica e Historia, que envidian quienes no pueden trazar su árbol genealógico más allá de la abuela, y eso con serias dudas, maquillando algunos episodios en que ni la abuela sale bien parada.
La boda de mi primo-séptimo William con su adorable marinovia Catherine, me obligó a salir del encierro voluntario en que me hallaba, dedicado a mis lecturas, y a la exhaustiva revisión de los cinco tomos de mi autobiografía (de las notas al margen puede surgir material suficiente para un sexto tomo). Extrañaba los ambientes de lujo, el boato, la buena organización de eventos que, aunque dependientes de la Familia Real inglesa, requieren de la colaboración del gobierno británico, y sin embargo todo sale puntual, cumpliendo hasta los puntos y las comas de lo planificado, a diferencia de como ocurren las celebraciones y los actos perpetrados por ciertos regímenes del subdesarrollo, cuyo común denominador es que siempre terminan con poco pan y muy mal circo. Necesitaba esta catarsis, desde la boda de mi primo-quinto Felipe y la Leticia de sus tormentos, no disfrutaba de ese ambiente de genuina alcurnia, buen gusto, elegancia, y aquellas pamelas que sólo en el viejo continente encuentran sitio y lugar, aunque con sinceridad reconozco que algunos tocados exageraron en su búsqueda de la originalidad, y en vez de lucir como sombreros de primavera, parecían reducidas y novedosas antenas para recepción de señales satelitales. Pero, aparte de ese detalle, nada qué ver con el permanente desfile de cauchos de cintura, de esos kilos de más que se empeñan en mostrarse en esa franja mortadelosa entre las multicolores y raídas bermudas, y esa franelita tres tallas menor de lo que corresponde, en quien sin pudor desnuda el 70 % de sus enormes senos, y a menudo buena parte de sus várices.
Salí el jueves 21, haciendo escala en EEUU, pensando que tendría tiempo suficiente para mis diligencias en Virginia, visitas a viejas amistades en Nueva York y Boston, y llegar a Londres con la debida antelación, para no asistir al casorio familiar con el peso del jet lag. Sin embargo, los trámites en Langley fueron insoportáblemente lentos, lo que normalmente toma tres horas se llevó todo el viernes 22, y buena parte del lunes 25, lo que me obligó a permanecer en Virginia ese fin de semana, cancelar las visitas programadas a los amigos en NY y Boston, si posponía el vuelo a Heathrow corría el riesgo de no encontrar asiento ni siquiera en Business class, copadas como estaban todas las aerolíneas con la boda real como incentivo turístico de cientos de miles. Por razones obvias, la transferencia que con regularidad trasladaba los dólares para cancelar sueldos y bonificaciones especiales al personal contratado fuera del territorio de EEUU, fue dificultándose hasta ser suspendida totalmente. Pero lo que parecía un perjuicio, resultó una bendición, puesto que los pagos pendientes se acumulan y son el antídoto perfecto al mecanismo perverso de CADIVI, pues resuelve el gravísimo problema de los oligarcas en el exterior, no tener poder adquisitivo. En Venezuela me las arreglo a duras penas para sobrevivir con el sueldito criollo y absolutamente escuálido (cuando comencé como agente de la CIA yo era el único con fachada legal de Profesor, ahora sobran los “colegas” educadores que imploran un carguito de espías aunque sea a medio tiempo, pocos lo han logrado, y la competencia con otras profesiones es reñida), pero compenso esas penurias con la seguridad financiera que me brindan esos dolarillos acumulados, que debo pasar a buscar en la sede principal de Langley (deberían abrir una oficina de pago en el aeropuerto Kennedy de NY, nos beneficiaría mucho salir de ese trámite estando ya en la ciudad que nunca duerme, en caso de retardos administrativos se aprovecharía el fin de semana cumpliendo compromisos sociales, cercanos a la taquilla en la que cobramos).
No voy a aburrirlos contándoles las minucias de lo que hice desde el martes por la tarde, al llegar a Londres, y el viernes por la mañana, cuando por cuestiones de protocolo todos debíamos ser muy puntuales y estar en la catedral de Canterbury a las 10 am ¡ Sharp ! Me asignaron asiento en la hilera detrás de la Reina Sofía, Felipillo y Leti, por haber mayor consanguinidad con el clan de los Borbones. Nuestras familias están emparentadas desde el siglo XVI, la réquetetátarabuela de Juan Carlos se le puso resbalosa a mi réquetetátaratío, en un baile de tronío que tuvo lugar en un Castillo a cuatro leguas de Madrid, edificación ya en ruinas, pero en terrenos nada desdeñables por su excelente ubicación, propiedad de la que me corresponde un 14%, de acuerdo con el documento sucesorial. De ese empate nació el primero de mis antecesores, por quien mi fluido sanguíneo tiene su viscosidad azulosa, en virtud de aquella rochelita de los ancestros en época pretérita. Pero nos hemos cuidado de no incurrir en la perniciosa promiscuidad internobiliaria, a fin de evitar la endogamia y sus terribles secuelas en cada nueva generación. Por eso rechacé a todas las princesas que vieron en mí a un buen partido, de origen noble y personalidad caribe, mas la posibilidad de que se reencontraran los cromosomas de aquellos dos réquetetátaraparientes me obligó a desdeñar muy apetitosas pretendientes de abolengo real (y con real).
Tampoco tendría sentido que les narrara la ceremonia del casamiento de Will and Kate, pues la profusión de cámaras, la transmisión en vivo y directo, convirtió a los espectadores en privilegiados. Por TV pudieron observar detalles que escapaban a nuestra vista, constreñidos como estábamos por el rígido protocolo inglés, a un ritual muy estricto adentro de aquella monumental iglesia. Distintos enfoques mostraron luego el recorrido de los recién casados en su hermoso carruaje y la caravana de limousinas, hasta que entramos a Buckingham, con cientos de miles de plebeyos disfrutando del colorido espectáculo y dando vítores a la pareja, a lo largo del trayecto desde Canterbury. Pero puedo compartir algo de gossip, de lo ocurrido donde la TV no pudo ingresar. Durante la sesión de fotos de las familias de los newly wed sucedió un incidente postdigestivo, por el cual me gané una mirada recriminatoria de the Queen Elizabeth II. Philip su cónyuge, sonriente me dijo “I’m sorry Edgárd (él siempre acentúa mal mi nombre), I know I should not eat karraouts, but I just love their exotic taste. Thanks for bringing them. By the way, I’d prefer to be wearing a leek leek like yours”. Las tremenduras de Harry fueron in crescendo desde la ceremonia eclesiástica, continuaron durante el almuerzo y se agudizaron en la fiesta nocturna que él organizó para su hermano y su cuñada, al punto de tener que llamarlo aparte y con bastante rigor ordenarle “¡empty your pockets and give me those weeds inmediately”!. Mucho me temo que si no lo disciplinan, Harry va a protagonizar un escándalo de dimensiones catastróficas, que va a dejar en pañales al tío que renunció al trono para casarse con una divorciada horrible, y poder fumarse ambos sus pitos, sin reclamos de familia o gobierno. Si, de ñapa, se empandilla con la Pippa y su brother (que tienen cara de fumar hasta pepa de aguacate rallada), el desastre llevará a la extinción a lo que queda de ese repele genético de los Tudor y los Stuard.
Nevertheless, sí hubo algo en la Iglesia que pasó desapercibido para la mayoría, asistentes y audiencia televisiva. Scotland Yard demostró que es uno de los mejores cuerpos policiales del planeta. Para garantizar la integridad del Príncipe William y su esposa, necesitaban dos escoltas lo más cerca posible de la pareja real (en todas partes se cuecen habas, y los idiotas que amenazan con un principicidio, también se dan en el Reino Unido), pusieron a su mejor hombre, fornido, alto, cinta negra en Kárate y la mejor puntería in short range, disfrazado de Monja, a metro y medio de Will y Kate, con otro colega suyo, más bajito of course, cubriendo el flanco derecho. ¡ Genial !
Todos los días, durante mi periplo de un mes fuera de Venezuela, me mantuve al tanto de lo que acontecía acá (BB y WiFi mediante), y debo finalizar este breve recuento, señalándole a los imbéciles que, con pésima ortografía y patética argumentación, cuestionaban el “injustificado derroche” que según ellos significó este magno evento de la Boda Real, que la Monarquía que aún subsiste en algunos países de Europa; Primero deriva de una muy antigua tradición, ya deslastrada de sus malas ejecutorias del remoto pasado, por lo que junto a otras valiosas tradiciones forma parte de lo que identifica a una porción bastante importante de esos pueblos. Segundo, genera un considerable ingreso por el interés de millones de turistas que visitan esos países donde sobrevive la Realeza, beneficiando a las Aerolíneas, los Hoteles, Posadas y Bed & breakfasts, las ventas de Souvenirs, los Restaurantes, y otros sectores de la Economía que se ven favorecidos por el flujo constante de viajeros (aumentado en ocasión de un evento extraordinario como este). Y tercero, el más difícil de entender para los obtusos que cuestionan desde la óptica del estalinismo: Nadie es obligado a formar parte de la muchedumbre que se coloca a las afueras de la Iglesia y del Palacio, o a lo largo del trayecto, mucho menos se les exige que finjan el alborozo que demuestran al paso de los carruajes, los vistosos uniformes, los bellos caballos, las lujosas limousinas, ni se le ocurriría jamás a la Reina o al Primer Ministro encadenar a todas las emisoras de Radio y TV para que obligatoriamente transmitieran el evento, durante el cual no hubo insultos, ni amenazas de pulverizar a los que no apoyen a la Monarquía o al Gobierno. En el Reino Unido, tanto los que apoyan que prosiga la escenografía monárquica (el Gobierno lo ejercen otros, capaces y responsables), como los que exigen su erradicación (se les respetan sus ideas, no hay pretensión de imponer un pensamiento único), disfrutan de excelentes servicios, sin frecuentes apagones, el agua es Potable, llega siempre y suficiente, para alimentarse NO dependen de importaciones ni permiten que la comida se pudra, NO temen que la Inseguridad envíe a 17.000 compatriotas al cementerio, por violencia criminal, cada año y, muy esencial, sus Instituciones funcionan.
Porque son parte de la tradición, son apoyados por la mayoría y le convienen a todos, la familia real recibe una asignación anual, pero ellos también saben administrar sus propiedades y sus capitales, hacen buenas inversiones y pagan parte de los gastos que eventos como este ocasionan. Por cada Libra Esterlina que Monarquía y Gobierno invirtieron en esa celebración, ingresaron tres libras esterlinas, de modo que fue un buen negocio, Win-Win. Tan diferente del saldo que puede mostrar un régimen al que correspondió administrar UN BILLÓN DE DÓLARES EN DOCE AÑOS, y no existe un solo Hospital, una sola Escuela, un solo Liceo, una sola Universidad, una sola Institución o Empresa del Estado venezolano que pueda equipararse con sus similares en los países de Europa donde sobreviven de manera elegante y útil las Monarquías verdaderas, antípodas de esta anacrónica, destructiva y resentida autocracia militar, rodeada de Lumpen parasitario por todas partes. Con toda seguridad, ni la Reina ni el Primer Ministro, frente a una marcha multitudinaria de repudio hacia ellos, ordenarían un Plan Ávila o una masacre, con partidarios suyos disparando desde los espacios bajo control del Estado. Tampoco han tenido que llegar al extremo vergonzoso de albergar cientos de damnificados en Buckingham Palace o el 10 de Downing Street, porque por allá construyen con regularidad y eficacia las viviendas (no Maquetas) que hagan falta, sin invasiones, ni demagogia ni populismo. ¡ Misión Glamour y Túquiti !