De Hiroshima a Barcelona.
Edgard J. González.-
El reciente 10 de mayo apareció en Facebook la noticia “el alcalde
de Hiroshima espera que Obama tenga
oportunidad de escuchar las historias de
los sobrevivientes", y de inmediato escribí mi comentario a esa
pretensión, que tergiversa la Historia de una manera inaceptable, pues sólo
muestra una porción, lo ocurrido durante los días 6 y 9 de agosto de 1945, dos muy importantes y trascendentales
sucesos, pero apenas un breve segmento, al final de un largo y complicado enfrentamiento entre muchas naciones,
del cual sistemáticamente se extraen estos dos episodios, sin señalar su
contexto y sus antecedentes, buscando alterar la esencia de lo que realmente sucedió en el lapso
1938-1945, y lo que es peor, alterando de tal forma el relato, que la
maniobra coloca en calidad de víctimas a quienes formaron parte del grupo de países que se aliaron con el objetivo de
dominar al planeta, en función de la superioridad que se atribuían a sí
mismos. Partiendo de mi comentario inicial, elaboro este artículo, ampliando
las informaciones y los conceptos involucrados en el tema, sobre todo porque
todo este drama ocurrió hace más de 70
años, y la mayoría de la población mundial ignora los detalles, de lo que
se aprovechan quienes deliberadamente resaltan y adulteran dos sucesos
acaecidos luego de casi siete años de
cruenta guerra y criminales episodios, algunos a escala de genocidio. Para
que todos conozcan la totalidad del proceso, en lo que Hiroshima y Nagasaky no
fueron el origen sino la consecuencia, precisamente para evitar la letal prolongación de esa guerra.
Comencé por preguntar "¿El Alcalde de Hiroshima ha escuchado las historias de los
sobrevivientes de Pearl Harbor? Hace
más de 74 años, el 7 de diciembre de
1941, el imperio del JAPÓN atacó,
sin el previo y obligatorio anuncio de inicio de guerra contra EEUU, la Base naval
de Pearl Harbor, en Hawai, estado de
EEUU en el océano Pacífico. Casi 400
aviones bombarderos y cazas japoneses despegaron de madrugada, de seis Portaaviones de la Flota
japonesa, agrediendo cobardemente,
con obvia premeditación y alevosía,
a los barcos estadounidenses anclados en ese Puerto, sus tripulaciones
totalmente ajenas a la terrible emboscada
de que fueron víctimas, al amanecer de aquel domingo, cuando aún dormía la
mayoría. La Armada estadounidense perdió 16
buques y 190 aviones, hubo 2.400 muertos y 1.200 heridos. A pesar de lo
sorpresivo del ruin ataque, hubo respuesta desde tierra, derribaron 29 aviones atacantes y 66 japoneses resultaron heridos o
muertos (uno prisionero, nadó a la orilla desde un minisubmarino
siniestrado). El enorme contraste en el respeto a las reglas y convenciones
sobre la guerra, se evidencia en el comportamiento de los EEUU luego de
conocerse de la grotesca agresión sufrida: El presidente Franklin Delano Roosevelt solicitó al Congreso Nacional de los EEUU en Washington
que declarase formalmente el inicio de las hostilidades con el imperio nipón, que la madrugada del día
anterior los atacó sin avisar, como
era su deber de acuerdo al marco regulatorio internacional.
Pero el expansionismo de
Cipango -nombre dado antiguamente a Japón- no comenzó en 1941. En 1931
invadió Manchuria, en 1937 inició la formal guerra contra China (también
llamada Catay), el 5 de noviembre el
emperador Hirohito aprobó el Plan de
ataque a Pearl Harbor, que estaba listo
hacía dos meses, y el 1º de diciembre dio la autorización definitiva (pero
la flota japonesa había zarpado hacia Pearl Harbor el 26 de noviembre, doce
días antes del cobarde e inesperado ataque). Y Japón ya era aliado de la
Alemania Nazi y de la Italia Fascista, el emperador Hirohito, formó parte, con Hitler y Musolinni, de la Alianza
Multiimperial que pretendió DOMINAR AL
MUNDO, trío que cometió innumerables atrocidades, muchas de ellas
totalmente inesperadas e injustificadas, como ese ataque japonés a Pearl Harbor, el ataque de la aviación
nazi a Guernica, al norte de España,
del ejército nazi a Lídice, en
Checoeslovaquia.
En 1933 Hitler es
nombrado Canciller y anuncia el Tercer
Reich para el que vaticina una duración de mil años. El expansionismo nazi
comienza solapadamente con la anexión de
Austria a comienzos de 1938, y en
octubre los nazis invaden las Sudetes,
en Bohemia y Moravia, espacio al sur de
Checoeslovaquia en el cual había una numerosa población alemana, la excusa
para justificar las anexiones en ambos casos. Con el errado objetivo de evitar
males mayores, el resto de Europa -a través del Primer Ministro de Inglaterra,
Neville Chamberlain-, accedió a esas
anexiones, y la de Abisinia
(Etiopía, en el “cuerno” al NE de África) por parte de la Italia fascista,
suponiendo que esa política del “apaciguamiento”
podría satisfacer al poderoso movimiento nazi, pero con ello se mostraron débiles y temerosos. En 1939 la formidable maquinaria militar nazi
procede a invadir países vecinos, la cobarde y fracasada diplomacia es
desplazada por los cañones y tanques. En palabras de Churchill: ”Quien se humilla para evitar la guerra, obtiene la
humillación y la guerra” (en directa crítica a Chamberlain). Mientras Italia y Alemania se “expandían” en
Europa, Japón hacía su parte en
Asia, su porción del botín, el planeta que se repartieron los tres países del
Eje imperial. La segunda guerra mundial
causó más de 70 millones de muertos,
una cantidad mayor de heridos, honda destrucción de la infraestructura de
pueblos y ciudades en todos los territorios donde hubo bombardeos y batallas. Y
probablemente el país con menos bajas
fue Japón.
Barcelona es la capital de Cataluña, una comunidad autónoma al NE de España, donde ocurren dos
movimientos, que han crecido gradualmente, en paralelo desde los años 80 del
siglo 20: El Independentista y el Okupa. El primer movimiento busca mutilar el territorio español en base a
las presuntas diferencias de idioma,
cultura y trayectoria histórica de los catalanes (aunque la población del
territorio catalán contiene a españoles
provenientes del resto de España, y hasta ahora cada vez que han expresado
su voluntad, la mayoría de quienes habitan Cataluña ha votado a favor de
permanecer como parte integral de la nación española, a la vez que exigen más
participación en el ejercicio de su
autonomía regional, igual que las otras autonomías). Hay otros movimientos
independentistas en Europa, de hecho esa tendencia hizo implosión en lo que
fuera Yugoeslavia, y mediante
terribles guerras y violaciones de Derechos Humanos, hoy en aquel territorio
encontramos seis países: Bosnia-Herzegovina,
Montenegro, Eslovenia, Serbia, Croacia y Macedonia. Checoeslovaquia también se dividió en
dos. En Escocia, más que separarse
de la Gran Bretaña, el movimiento
logra concesiones del gobierno inglés, que se traducen en positivos avances
para esa porción del Reino Unido.
Pero el movimiento Okupa, que se
manifiesta en la invasión a edificaciones ajenas con el pretexto de que
“necesitan un techo”, coincidencialmente es más intenso en Barcelona que en el resto de las ciudades europeas
donde los presuntos o reales “sin techo” están organizados y activos. Por estos
días ocurrió en el céntrico Barrio de
Gracia un desalojo apoyado en una orden judicial, de un local que fue de un
Banco expropiado, y ahora tiene nuevo propietario. El anterior Alcalde pagó el alquiler de un año, 65.000 euros, para
evitar problemas en plena campaña electoral, que sin embargo perdió, y la nueva
Alcaldesa, Ada Colau, aunque
militante del extremismo que apoya esos desafueros de los okupas (en su anarquía demagógica prohibió nuevas inversiones
y el ingreso de militares uniformados a una Exposición donde ellos participan
anualmente), tuvo que permitir el
desalojo, pues la alternativa era incurrir en el injustificado gasto del alquiler
anual del local, 65.000 euros que no puede desviar de presupuestos aprobados,
ni oponerse a una justa decisión de un
Tribunal, para satisfacer a los invasores. Los okupas y quienes respaldan la
dinámica de irrespetar la propiedad ajena, unas 60 personas, procedieron a crear disturbios alrededor del local
desalojado, dañando docenas de vidrieras de tiendas, motos y vehículos de 4 ruedas, contenedores de basura,
incendiando algunos de ellos y un camión del Servicio de Aseo. Los Mossos de Escuadra, cuerpo policial,
intervinieron para impedir que el vandalismo aumentara, usaron bombas
lacrimógenas para dispersar a la turba, y repartieron rolazos entre quienes no
se iban y se negaban a cesar sus violentas protestas.
De inmediato surgieron los reclamos contra los “excesos de la policía”, incluyendo los de la
Alcaldesa populista y pescadora en río revuelto. Como si no hubiera ocurrido
por años la ilegal e injustificada okupación
de propiedad privada, que a su vez produjo el injustificado gasto de dinero del Municipio para complacer al movimiento
okupa, ceder a sus amenazas y chantajes.
Como si la reacción en apoyo a los okupas no hubiera ocasionado graves daños a propiedad pública y
privada, contenedores que son de toda la comunidad, motos, carros, mercancías y
cristales adquiridos por sus respectivos propietarios legales. Se arma un
escándalo en contra de la Policía, que actuó en respuesta al vandalismo y para
impedir que se incrementara.
El presidente de los EEUU, Barack Obama, visitó Hiroshima el viernes 26 de mayo y su discurso
hizo referencia a la necesidad de regular,
disminuir y erradicar el armamento nuclear, que para el mundo entero
representa una amenaza permanente de destrucción total. No ocurrió ni tenía por
qué darse la solicitud de “perdón”
que los tuertos de la Historia, con
su visión sesgada de la realidad, le exigen a quienes fueron víctimas de una
cobarde emboscada. Hay que considerar el nivel de fanatismo de los alemanes y
los japoneses (los italianos son latinos, no llevan sus compromisos hasta la
ceguera de no entender cuando están vencidos, más bien fueron bastante propensos a rendirse a tiempo). Los
nazis tuvieron que sentir la cercanía de los soldados soviéticos y
estadounidenses, ya en Berlín, para aceptar que estaban derrotados. Los japoneses
siguen una disciplina mucho más estricta que la teutona, mientras su emperador
no les ordene rendirse, lucharán a pesar de que todo señale que perderán la
guerra. Invadir a Japón implicaba movilizar miles de buques, aviones y tanques,
cientos de miles de soldados, y una campaña de meses que produciría una elevada
cantidad de bajas, muertos y heridos de ambos bandos, con toda seguridad más bajas que las producidas por las dos bombas. También, de no
intervenir los Mossos de Escuadra en Barcelona, la continuación e incremento de
los disturbios habría producido más
destrucción y pérdidas para la ciudad, y para ciudadanos privados de sus
pertenencias: Más bienes destrozados por golpes o incendios. Sospechosamente
los reclamos apuntan exclusivamente a las respuestas sin considerar las causas y los responsables del origen
primigenio de todo el asunto.
Hago este apretado resumen para los jóvenes que muy
probablemente ignoren lo esencial de esa cruenta 2ª guerra mundial, provocada
por Alemania, Italia y Japón, países
que invadieron a buena parte del mundo, afortunadamente esa guerra la ganaron
los del bando que apoya las libertades que esos tres proyectaban arrebatarnos
(si hubiera triunfado el trío imperial, hoy estaríamos todos hablando y obedeciendo en alemán y japonés).
Los japoneses deben escuchar las historias de los sobrevivientes de Guernica, Lídice y Pearl Harbor, y
meditar sobre eso, ANTES de pedirle a otros que escuchen SUS historias de
Hiroshima y Nagasaky, dramas ocurridos en agosto del 45, al final de esa
guerra, Truman lo ordenó para poder
terminarla, ahorrando cientos de miles
de vidas. Hubo avisos previos con
panfletos sobre 35 ciudades, potenciales blancos, fueron ignorados. Hoy
calculan en 140.000 bajas para Hiroshima y 70.000 en Nagasaky, 210.000 en
total. Los japoneses asesinaron, sólo en Nankin, a 200.000 personas. Habría que
preguntarle a sus víctimas en China, Corea, Filipinas y todo el Pacífico, lo
que piensan del lanzamiento de las bombas Little
Boy sobre Hiroshima y Fat Man en
Nagasaky, incorporando al análisis la dinámica imperial nipona que sufrieron en
el resto de Asia.
Un dato primordial, los EEUU pudieron lanzar esas dos bombas
porque lograron dominar el manejo de la
energía atómica ANTES que sus enemigos. Si Japón o Alemania hubiesen tenido
la bomba atómica ¿cree alguno de los lectores que no la habrían lanzado contra las naciones de Europa o Asia en las
que ya se combatía por la vía convencional? En morrales de okupas en los
disturbios de Barcelona, hallaron pastillas
empleadas para producir llamas rápido (se usan para leña o carbón en
barbacoas). Si no los frenan ¿no las iban a usar, no habrían causado más daños,
en pro de sus objetivos contrarios a
la propiedad ajena, al orden y al respeto mínimo?
Las bombas "Little boy" y "Fat man", días antes de ser enviadas a cumplir sus misiones, ago 1945.
Las bombas "Little boy" y "Fat man", días antes de ser enviadas a cumplir sus misiones, ago 1945.
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